Se trata de entre 30 y 40 segundos en caída libre. El aire se siente en las mejillas. Abrir los brazos y extender las piernas para dejarse caer como si estuviese sobre un colchón de aire, pero a máxima velocidad no es para cualquiera. Pero hay quienes se animan y, cada vez, son más los interesados en hacer saltos en paracaídas.
Una vez que se abre la vela del paracaídas, el vuelo cambia radicalmente. El pasajero parece flotar como una pluma y la adrenalina de la primera etapa le da paso al vértigo de un paseo más relajado. Esta segunda parte del viaje puede durar hasta 15 minutos en promedio.

Los saltos en paracaídas ya son una realidad en Tucumán. “No es un deporte económico, porque se requieren equipos con elevado grado de seguridad y eso repercute en el precio”, advirtió
Marcos Carrero. Hay un grupo de tucumanos que empezaron a practicarlo. Además, en forma paralela, iniciaron las gestiones para crear la primera escuela de paracaidismo en la provincia.
El vuelo bautismo es la invitación del Aero Club Concepción para quienes pretenden vivir la experiencia de saltar al vacío en paracaídas. Hasta noviembre se hicieron cinco eventos de vuelo bautismo con 118 lanzamientos.
Dos puntos de partidaPor aparte, está el salto deportivo que realizan los paracaidistas tucumanos especializados. Por ahora, la infraestructura de vuelos traza un eje que va desde el Aero Club Concepción y termina en la provincia de Santiago del Estero, donde la actividad es más constante todo el año.
Para fines de febrero esperan obtener toda la documentación necesaria para inaugurar la escuela de paracaidismo en el Aero Club Concepción. "Mientras tanto, hacemos eventos en Concepción (una vez por mes) y vamos a Santiago del Estero para saltar todos los fines de semana", detalló Carrero.
El vuelo, a unos 3.000 metros de altura, más el salto en paracaídas en compañía de un instructor experto tiene un costo de $ 3.500.
El viaje incluye un video del paseo. “Estamos articulando con la gente del parapente (Loma Bola) armando buenas ligas con todo lo que tenga que ver con la actividad aérea -dijo Carrero-. Cada vez hay más gente, entusiasta de los deportes de este tipo en Tucumán”, agregó.
El clima es un factor fundamental para la práctica del paracaidismo. A punto de comenzar la temporada de lluvias, los impulsores advierten que los fines de semana prefieren trasladarse a Santiago del Estero para evitar contratiempos. Y añaden que en febrero volverá la actividad con un programa más amplio para el predio.
Por lo general, la actividad comienza a las 7 con los primeros vuelos hasta las 11. A partir de esa hora se hace una pausa debido a las altas temperaturas, las turbulencias y la baja presión atmosférica. Luego, a partir de las 16 y hasta la caída del sol los vuelos se suceden con mayor entusiasmo, por este deporte que permite descubrir las bellezas del paisaje desde otro punto de vista.
Para el salto deportivo, que es el que practican los expertos tucumanos, el precio es diferente. Quienes lo hacen de manera constante sólo deben pagar $ 450 el vuelo. “Todo es pura adrenalina; sólo hay que animarse a saltar”, insistió Carrero.