"Era un bang, bang, bang, uno detrás del otro"

"Era un bang, bang, bang, uno detrás del otro"

Un sobreviviente del ataque confesó que confundió los disparos con la música del boliche.

DOLOR. Familiares y amigos lloran desconsolados en las inmediaciones del boliche. REUTERS DOLOR. Familiares y amigos lloran desconsolados en las inmediaciones del boliche. REUTERS
12 Junio 2016
ORLANDO, Estados Unidos.- Por unos segundos, minutos, las cientos de personas que bailaban y disfrutaban del sábado a la noche en el boliche Pulse, en el corazón de Orlando, confundieron una ráfaga de disparos con la música de reggaetón, bachata y merenge que sonaba en esa "Noche de música latina".

"Era un bang, bang, bang, uno detrás del otro. Duró tanto como una canción", contó al diario local Orlando Sentinel Christopher Hansen, una de los tantas personas que lograron escapar del boliche, antes de que el atacante, identificado por los medios como Omar Mateen, tomara como rehenes a un grupo en el baño del boliche, afirmó Télam.

Mateen se tiroteó con la policía fuera del boliche y, en medio del enfrentamiento, irrumpió en Pulse y continuó disparando. Tras una breve toma de rehenes, el equipo Swat ingresó al lugar, mató al joven estadounidense y liberó a todos los que estaban en el baño. En total, 50 personas fueron asesinadas y 53, heridas, muchas de ellas de gravedad.

La novia de Hansen, Rosie Feba, tampoco se dio cuenta de inmediato que se trataba de disparos, según reprodujo la agencia de noticias DPA.

Hansen contó que recién cuando vio a un hombre con un arma agarró del brazo a su novia y comenzaron a correr. En el medio, las dos mujeres encontraron a un herido con la remera toda ensangrentada y lo arrastraron hasta la calle.

Ese fue el momento del caos total. Algunos corrían, otros se escondían y varios llamaron al 911 para pedir ayuda.

"La gente en la pista de baile y en el bar se tiraban unos sobre otros y algunos de nosotros logramos llegar a la puerta y salir corriendo", contó Ricardo Negron Almodovar, uno de los sobrevivientes en su cuenta de Facebook.

Los dueños del boliche lo publicitan como "el bar gay más caliente" de Orlando y anoche era una fecha muy especial porque en este mes se celebra el el Mes del Orgullo Gay, un período en el que gays, lesbianas, bisexuales y transexuales celebran sus avances y derechos adquiridos en largos años de lucha contra la discriminación social.

En el momento del ataque, la Policía estimó que había unas 320 personas adentro del boliche. "Por todas partes había charcos de sangre", contó más tarde Hansen, quien logró sacar a una persona herida y le hizo un torniquete con su pañuelo para frenar la hemorragia.

Frente al boliche, del otro lado de la calle José Torres, un empleado de un local de comidas rápida, observó la huida masiva de personas.

"Fue algo que no había visto nunca. Vi a mucha gente gritando y llorando. Sencillamente gritando y corriendo como locos", contó a la cadena de noticias CNN.

Una vez que el tiroteo y la toma de rehenes terminó y la noticia apareció en los medios, amigos y familiares de las víctimas y los sobrevivientes se acercaron al lugar para buscar a sus seres queridos. Allí surgió otro tipo de caos y tensión.

Familiares y amigos llorando y rogándoles a los policías desplegados en la zona que les digan si sus seres queridos sobrevivieron, preguntándoles dónde están.

Más de 60 fueron trasladados a los hospitales más cercanos. Al menos nueve fallecieron allí y son las únicas víctimas fatales que hasta ahora fueron identificadas y sus familias informadas. El resto, los cerca de 40 que murieron dentro del boliche aún no han sido identificado por las autoridades, que pidieron calma y colaboración.

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