San Martín recibió una montaña de cariño

En los últimos días en San Martín se acostumbraron a vivir momentos cargados de emociones que a más de uno le hicieron escapar un lagrimón. Cuando aún sigue en la retina del hincha “santo” la épica clasificación para los cuartos de final, ayer se repitieron escenas de una enorme sensibilidad.

A las 10.45, en la bicicleta que usa para competir en mountain bike, Héctor Manca llegó a la puerta del complejo “Natalio Mirkin” con una misión especifica: obsequiarle a Iván Agudiak una remera que reivindica la donación de órganos, campaña que al taficeño lo tiene como uno de sus mayores mentores. Además, quería entregarle al utilero Dante Bautista un diploma y una remera por el aporte que hizo para promocionar su lucha.

Como la práctica fue a puertas cerradas, Romina Lamas y Noelia Gramajo, las porteras del complejo, le pidieron que esperara unos minutos para que pudiera acceder a las instalaciones.

Cuando llegó al sector donde está el campo de juego, “Etim” se emocionó hasta las lágrimas porque al leer un ejemplar de LA GACETA se dio cuenta de que Agudiak había tenido palabras de elogios para la charla que el sábado por la noche le dio al plantel, en el hotel donde estaban concentrados.

Emocionado

“Esto es una caricia para mi alma. Que haya podido aportar lo mío para que se consiguiera semejante victoria me llena de orgullo”, explicó Manca.

El biker trasplantado relató una historia que fue seguida con atención por periodistas y allegados al club que se habían reunido para ver la parte final de la actividad. “El martes de la semana anterior me comuniqué con Claudio De Camilo para hacerle saber mis deseos de darle una charla de apoyo al plantel. Se mostró interesado en mi idea y quedó en consultarlo con el cuerpo técnico”, contó.

Sueño cumplido

Grande fue la sorpresa cuando el sábado por la mañana De Camilo le comunicó que estaba invitado a cenar con el plantel y luego a brindar la charla. “Fue una tremenda alegría porque de ese modo podía aportar mi granito de arena para una causa que desvela a tanta gente. Juro que fue impactante cómo los jugadores se prendieron con la historia de vida que les relaté. Entre quienes mayor atención prestaron a mis palabras estuvo Agudiak. Cuando terminé la charla, el delantero se paró y vino a abrazarme. En ese abrazo, sentí tanta generosidad que me costó recuperarme emocionalmente”, relató Manca.

Al término de la actividad matutina, cada uno de los integrantes del plantel y del cuerpo técnico se acercaron a saludarlo. “Pocas veces en mi vida me emocioné tanto. Es impresionante la historia de vida que nos narró Héctor. Nos llegó a lo más íntimo. El plantel le agradeció el aporte que realizó”, explicó Agudiak, el héroe de la clásificación del “Santo” para jugar los cuartos de final del Federal A.