23 Abril 2016
“Reconozco la legitimidad del reclamo porque con esa oferta salarial (del Gobierno nacional) las posibilidades de mejoras son pocas. Pero apelo a que protestemos con cierta razonabilidad para no perjudicar demasiado a nuestros alumnos”, expresó la decana de Psicología, Rosa Castaldo. La postura de la directiva parece sintetizar el ánimo que reina entre las autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán.
A partir del lunes, la UNT enfrentará una semana de paro docente, en el marco de una medida nacional tomada por la Conadu Histórica que se replicará en 26 universidades públicas del país. En Tucumán cuenta con la adhesión del principal gremio de educadores, la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt).
El diálogo con la autoridades educativas nacionales -en el marco de paritarias- quedó interrumpido después de la última reunión del 18 abril, cuando les ofrecieron a los docentes un porcentaje menor al inicialmente propuesto. Del 25% en dos cuotas la oferta pasó a un 15% en mayo con la posibilidad de volver a discutir el salario en octubre. La negativa de los docentes fue rotunda y el malestar profundizó la medida de fuerza.
“Confío en que el Gobierno actual va a revalorizar a la docencia universitaria y a la educación universitaria pública, algo que no se hizo durante los últimos 12 años”, recalcó Beatriz Silva, decana de Educación Física. Y recordó que durante las negociaciones anteriores los gremios que fueron a paritarias actuaron de manera obsecuente con el Gobierno. “Acordaron lo que les resultaba más cómodo, por eso hoy los docentes están atravesando por esta situación, que no es de ahora”, opinó.
Organización
El nivel de acatamiento -en los paros anteriores- ha venido siendo bastante desigual en las facultades. Tradicionalmente, hay unidades académicas en las que los docentes adhieren en su mayoría y otras en las que este porcentaje es muy bajo, como en la Facultad de Derecho. “Una de las razones de esto es que para muchos profesionales, la docencia universitaria no es su principal fuente laboral”, opinó Ariel Osatinsky, secretario gremial de Adiunt.
“Nosotros haremos lo que siempre hacemos: garantizar la libertad de trabajo y respetar el derecho a huelga. Además de ser decana soy docente y estoy profundamente afligida porque el proceso inflacionario está impactando en la canasta básica familiar”, sostuvo Mercedes Leal, decana de Filosofía y Letras.
También reconoció que se encuentra en una suerte de contradicción porque, a su vez, debe “asegurar que los chicos puedan tener un año relativamente normal con actividades para que esto no se traduzca en deserción”. Las clases -aclararon las autoridades- no se suspenden. Mientras estén los docentes las materias se van a dictar. “Hay cátedras en las que no paran todos los profesores, por lo tanto los teóricos se pueden dar”, dijo, en tanto, Castaldo.
En este proceso, los decanos saben que los únicos perjudicados son los alumnos. “Cuando los paros son muchos el déficit se siente, quizás no este año pero al año siguiente se lo ve en la deserción, en defectos de formación y hasta en el corte de la rutina de estudio”, explicó Castaldo.
Por su parte, Silva recordó la medida de fuerza de 2014 -cuando se llegó a 90 días de paro en la UNT. “La universidad es la única que se perjudica porque muchos optan por trasladarse a instituciones privadas”, acotó la titular de Educación Física.
Leal -que se encuentra en Mendoza, en una reunión del Consejo de Decanos de Ciencias Sociales (Codesoc)- señaló que el cuerpo elaboró un documento que, entre varios puntos, le solicita la Gobierno nacional un incremento del presupuesto para las universidades nacionales. “Los aumentos que se han venido dando nunca lograron recomponer el cargo testigo de auxiliar docente con semidedicación, que representa a muchos docentes. En las paritarias se negocia, pero en el marco de la desigualdad de cargos y dedicaciones”, reconoció.
En el marco del plan del lucha docente, el lunes está prevista una concentración en la puerta de la facultad de Filosofía y Letras, según informaron desde Adiunt. El miércoles, una clase pública en la Quinta Agronómica y el viernes la entrega de un petitorio en el Rectorado. Los docentes solicitan un incremento del 40% de sus salarios porque sostienen que la inflación proyectada hasta el mes de octubre alcanzará el 30%.
A partir del lunes, la UNT enfrentará una semana de paro docente, en el marco de una medida nacional tomada por la Conadu Histórica que se replicará en 26 universidades públicas del país. En Tucumán cuenta con la adhesión del principal gremio de educadores, la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT (Adiunt).
El diálogo con la autoridades educativas nacionales -en el marco de paritarias- quedó interrumpido después de la última reunión del 18 abril, cuando les ofrecieron a los docentes un porcentaje menor al inicialmente propuesto. Del 25% en dos cuotas la oferta pasó a un 15% en mayo con la posibilidad de volver a discutir el salario en octubre. La negativa de los docentes fue rotunda y el malestar profundizó la medida de fuerza.
“Confío en que el Gobierno actual va a revalorizar a la docencia universitaria y a la educación universitaria pública, algo que no se hizo durante los últimos 12 años”, recalcó Beatriz Silva, decana de Educación Física. Y recordó que durante las negociaciones anteriores los gremios que fueron a paritarias actuaron de manera obsecuente con el Gobierno. “Acordaron lo que les resultaba más cómodo, por eso hoy los docentes están atravesando por esta situación, que no es de ahora”, opinó.
Organización
El nivel de acatamiento -en los paros anteriores- ha venido siendo bastante desigual en las facultades. Tradicionalmente, hay unidades académicas en las que los docentes adhieren en su mayoría y otras en las que este porcentaje es muy bajo, como en la Facultad de Derecho. “Una de las razones de esto es que para muchos profesionales, la docencia universitaria no es su principal fuente laboral”, opinó Ariel Osatinsky, secretario gremial de Adiunt.
“Nosotros haremos lo que siempre hacemos: garantizar la libertad de trabajo y respetar el derecho a huelga. Además de ser decana soy docente y estoy profundamente afligida porque el proceso inflacionario está impactando en la canasta básica familiar”, sostuvo Mercedes Leal, decana de Filosofía y Letras.
También reconoció que se encuentra en una suerte de contradicción porque, a su vez, debe “asegurar que los chicos puedan tener un año relativamente normal con actividades para que esto no se traduzca en deserción”. Las clases -aclararon las autoridades- no se suspenden. Mientras estén los docentes las materias se van a dictar. “Hay cátedras en las que no paran todos los profesores, por lo tanto los teóricos se pueden dar”, dijo, en tanto, Castaldo.
En este proceso, los decanos saben que los únicos perjudicados son los alumnos. “Cuando los paros son muchos el déficit se siente, quizás no este año pero al año siguiente se lo ve en la deserción, en defectos de formación y hasta en el corte de la rutina de estudio”, explicó Castaldo.
Por su parte, Silva recordó la medida de fuerza de 2014 -cuando se llegó a 90 días de paro en la UNT. “La universidad es la única que se perjudica porque muchos optan por trasladarse a instituciones privadas”, acotó la titular de Educación Física.
Leal -que se encuentra en Mendoza, en una reunión del Consejo de Decanos de Ciencias Sociales (Codesoc)- señaló que el cuerpo elaboró un documento que, entre varios puntos, le solicita la Gobierno nacional un incremento del presupuesto para las universidades nacionales. “Los aumentos que se han venido dando nunca lograron recomponer el cargo testigo de auxiliar docente con semidedicación, que representa a muchos docentes. En las paritarias se negocia, pero en el marco de la desigualdad de cargos y dedicaciones”, reconoció.
En el marco del plan del lucha docente, el lunes está prevista una concentración en la puerta de la facultad de Filosofía y Letras, según informaron desde Adiunt. El miércoles, una clase pública en la Quinta Agronómica y el viernes la entrega de un petitorio en el Rectorado. Los docentes solicitan un incremento del 40% de sus salarios porque sostienen que la inflación proyectada hasta el mes de octubre alcanzará el 30%.