“La producción de Iúdica jugó con nuestra ilusión”

“La televisión en vivo es así”.

Seis palabras y eso es todo: el show habría de continuar, pero sin ellos. Tal fue la cortante explicación que recibieron Blas García y Agustina Vita de parte de la producción de “Laten argentinos” cuando quisieron saber por qué, pese a haber sido seleccionados en el casting y estar listos para cantar, no participarían del programa que se emitió el domingo, desde Central Córdoba. Enojados y dolidos, los cantantes decidieron plasmar su bronca en las redes sociales, primero, y en los medios, después. “Yo no estoy para este manoseo”, señaló el tenor.

Tanto Vita como García habían llegado al club a las 17 (el ciclo conducido por Mariano Iúdica comienza a las 21.30). Como el resto de los cantantes locales seleccionados para salir en TV nacional, ambos estaban felices y entusiasmados. En unas horas, varios de sus familiares y amigos llegarían también al lugar para acompañarlos desde cerca. “Yo iba a ser la última en cantar, después de Blas. Sin embargo, durante el programa comenzaron a darle mucha manija a Roque Paterlini (artista no vidente) y a Lautaro Rocha (el niño que finalmente ganó), que interpretó cuatro canciones. Ambos son buenísimos, pero si en el certamen hay ocho participantes, tenés que medir el tiempo para que entren todos”, indicó Vita.

Minutos antes de la medianoche, considerando que el ciclo llegaba a su fin, la joven preguntó a una productora a qué hora subirían al escenario. La respuesta la dejó helada: el tiempo no alcanzaba y tanto ella como García quedarían fuera del show. “Jugaron con nuestra ilusión. La gente no tiene idea de las expectativas que uno se hace ni del desgaste que implica estar esperando cantar para todo el país. Yo iba a quedarme callada, pero salí a hablar porque es la segunda vez que me pasa esto. En ‘La voz argentina’ -otro reality de Telefe, conducido por Marley- también fui elegida y hasta grabé audiciones en Buenos Aires; sin embargo, nunca pasaron esas imágenes”. ¿Por qué, entonces, volvió a presentarse a un concurso similar?, se le preguntó. “La realidad es que esa exposición te genera mucho laburo. Después de participar en ‘Cantando por un sueño’ trabajé todos los fines de semana, de jueves a sábado, durante un año”, se sinceró.

Tanto Vita como García repudiaron el hecho de que la producción prefiere concentrarse en las historias tristes o emotivas detrás de los artistas antes que en sus condiciones para el canto. “(El talento) les importa un carajo. Lo que les interesa son las historias desgarradoras: si murió tu papá o tu mamá, si sos ciego... Si no te pasó algo así, no te dan pelota. Yo voy a mostrar lo que me gusta, que es la música, no estoy pensando en dar lástima”, reclamó Agustina, que comentó que Valentina Iúdica, una de las productoras, se disculpó ayer con ella mediante un mensaje de Whatsapp y le ofreció participar de una emisión venidera. “No vuelvo a pasar por esto”, respondió la tucumana.

García también cambió su postura respecto de los realities: “no participo nunca más en nada. Soy un hombre hecho espiritual y musicalmente, no lo necesito. Lo único que quiero es a mi público local, al que le debo mucho”.