16 Abril 2016 Seguir en 
AMPLITUD. Este corredor bajo la tribuna de calle Pellegrini permitirá que el público pueda circular en el entretiempo. Allí se construirá una cantina.
La noche del 17 de octubre de 2105 un grupo de hinchas se reunió para intercambiar ideas. ¿El objetivo? Colaborar con el mejoramiento edilicio de su querido estadio de La Ciudadela. Lo que difícilmente imaginaron ese día es que el proyecto iba a alcanzar semejante aceptación en la familia de San Martín.
A 182 días de aquella noche se aprecia un sostenido cambio en el estadio que, bajo la presidencia de Mario Bron, fue construido en 1932, en los históricos terrenos donde se libró la Batalla de Tucumán en 1812. Todo un motivo de satisfacción para los hinchas de los “Santos”.
“En el primer momento la idea fue colaborar con la comisión directiva y realizar algunas mejoras en el estadio, para que el hincha pueda disfrutar de mayores comodidades”, explicó Daniel Galina, quien junto al arquitecto Jorge Glasberg son los mayores impulsores de un proyecto que los enorgullece.
“Sabíamos que las cosas no iban a ser nada fáciles. Pero el sentimiento que compartimos por San Martín hizo que convirtiéramos en realidad los sueños que teníamos. Somos conscientes de que la respuesta que obtuvimos por parte de la gente superó cualquier expectativa. Eso no hizo otra cosa que renovar el compromiso que teníamos”, sostuvo Glasberg, el encargado de la parte técnica de las obras.
“Lo que debemos dejar aclarado es que todo lo que se realizó hasta ahora se concretó con aportes de los socios. En un primer momento habíamos planificado pintar la parte exterior del estadio. Pero debido a que la ayuda del hincha fue agrandándose como una bola de nieve nos animamos a seguir adelante. Es indudable que se hizo más de lo esperado, pero ahora iremos por más. Nos dimos cuenta de que con el aporte de todos vamos a tener una entidad de la que podemos enorgullecernos”, apuntó Galina.
En detalle
Entre las obras de mayor envergadura que se efectuaron figura la refacción integral de las paredes exteriores del estadio y el posterior pintado. Además, se reparó el piso en la parte baja de las tribunas de calle Bolívar y Pellegrini y se procedió a la iluminación integral de esos sectores. También se construyeron cantinas y sanitarios totalmente nuevos en esa parte de La Ciudadela.
Hacia la calle, la tribuna de Pellegrini se cerró con mampostería en toda su extensión. “Allí se colocó cartelería que será usada para la venta de publicidad. Eso nos permita financiar las obras que tenemos planificadas. La mano de obra se abona con la recaudación de las cantinas en los días de los partidos. Lo que tenemos que destacar es que no fueron pocos los hinchas que contribuyeron con su trabajo en el tema de la ubicación de los sanitarios y de electricidad en general. Sin esta colaboración, muchas cosas que habíamos planificado no se hubieran concretado”, dijo Galina.
Van por más
Pero aunque confiesan que existen proyectos muy ambiciosos, como el reemplazo de la actual cerca olímpica del sector de plateas baja por paneles de vidrio, lo que lo llena de orgullo es haber provisto al campo de juego de un moderno sistema de riego, el primero en su tipo en el Noroeste.
A 182 días de aquella noche se aprecia un sostenido cambio en el estadio que, bajo la presidencia de Mario Bron, fue construido en 1932, en los históricos terrenos donde se libró la Batalla de Tucumán en 1812. Todo un motivo de satisfacción para los hinchas de los “Santos”.
“En el primer momento la idea fue colaborar con la comisión directiva y realizar algunas mejoras en el estadio, para que el hincha pueda disfrutar de mayores comodidades”, explicó Daniel Galina, quien junto al arquitecto Jorge Glasberg son los mayores impulsores de un proyecto que los enorgullece.
“Sabíamos que las cosas no iban a ser nada fáciles. Pero el sentimiento que compartimos por San Martín hizo que convirtiéramos en realidad los sueños que teníamos. Somos conscientes de que la respuesta que obtuvimos por parte de la gente superó cualquier expectativa. Eso no hizo otra cosa que renovar el compromiso que teníamos”, sostuvo Glasberg, el encargado de la parte técnica de las obras.
“Lo que debemos dejar aclarado es que todo lo que se realizó hasta ahora se concretó con aportes de los socios. En un primer momento habíamos planificado pintar la parte exterior del estadio. Pero debido a que la ayuda del hincha fue agrandándose como una bola de nieve nos animamos a seguir adelante. Es indudable que se hizo más de lo esperado, pero ahora iremos por más. Nos dimos cuenta de que con el aporte de todos vamos a tener una entidad de la que podemos enorgullecernos”, apuntó Galina.
En detalle
Entre las obras de mayor envergadura que se efectuaron figura la refacción integral de las paredes exteriores del estadio y el posterior pintado. Además, se reparó el piso en la parte baja de las tribunas de calle Bolívar y Pellegrini y se procedió a la iluminación integral de esos sectores. También se construyeron cantinas y sanitarios totalmente nuevos en esa parte de La Ciudadela.
Hacia la calle, la tribuna de Pellegrini se cerró con mampostería en toda su extensión. “Allí se colocó cartelería que será usada para la venta de publicidad. Eso nos permita financiar las obras que tenemos planificadas. La mano de obra se abona con la recaudación de las cantinas en los días de los partidos. Lo que tenemos que destacar es que no fueron pocos los hinchas que contribuyeron con su trabajo en el tema de la ubicación de los sanitarios y de electricidad en general. Sin esta colaboración, muchas cosas que habíamos planificado no se hubieran concretado”, dijo Galina.
Van por más
Pero aunque confiesan que existen proyectos muy ambiciosos, como el reemplazo de la actual cerca olímpica del sector de plateas baja por paneles de vidrio, lo que lo llena de orgullo es haber provisto al campo de juego de un moderno sistema de riego, el primero en su tipo en el Noroeste.
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