Sesquicentenario

El dos de enero de 1966 LA GACETA informaba en su tapa que daban comienzo los festejos por el sesquicentenario de la Independencia argentina. El acto con vistas al 150 aniversario de la declaración firmada en la Casa Histórica en 1816 fue encabezado por el gobernador Lázaro Barbieri junto con su gabinete; el intendente de San Miguel de Tucumán, Eudoro Aráoz; el rector de la UNT, Eugenio Flavio Virla; el arzobispo de Tucumán, Juan Carlos Aramburu, y demás autoridades que fueron recibidas en el histórico recinto con música de la Banda Provincial, que luego interpretó el Himno Nacional. El mandatario provincial encabezaba la comisión organizadora de los actos que iban a alcanzar su punto culminante el 9 de julio de ese año, pero el golpe militar del 28 de junio truncó esos planes y depuso a todas las autoridades del país. 

"Un país moderno que dé tranquilidad y haga la felicidad del pueblo"

En su palabras, el gobernador Lázaro Barbieri destacó: “venimos aquí no sólo a rendir homenaje, sino también a comprometer nuestro esfuerzo en la tarea sacrificada de transformar la imagen de aldea sentimental en un país moderno que dé tranquilidad y haga la felicidad del pueblo argentino”. Hizo un sintético análisis sobre los desencuentros entre los argentinos a los largo de esos 150 años, como las luchas intestinas tras la independencia o después de 1853 entre Buenos Aires y las provincias.

Barbieri continuó así: “La historia argentina es una historia de hombres y no de dioses. De hombres que pueden realizarse plenamente en la vida terrena. Como historia hecha por hombres, es una historia política. Es la historia de un dolor y de un fracaso permanente”.

El arzobispo, monseñor Juan Carlos Aramburu, ofició la ceremonia religiosa en la Catedral.