05 Diciembre 2015
Macri pidió por un Mercosur dinámico a Dilma y a Bachelet
El presidente electo invitó a los industriales brasileños a volver a invertir en Argentina. “Ambos países estamos sufriendo procesos de recesión y necesitamos poner nuestras economías en marcha”, resaltó el futuro jefe de Estado en su visita a Brasilia.
CENA PRIVADA. Bachelet recibió a Macri en el Palacio de la Moneda. dyn
BUENOS AIRES.- El presidente electo, Mauricio Macri, se reunió ayer con la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff; y con la jefa de Estado de Chile, Michelle Bachelet. A ambas les pidió dinamizar el Mercosur y potenciar las relaciones bilaterales.
En el cónclave con Rousseff, que se extendió por más de una hora en el Palacio de Planalto, sede del gobierno en Brasilia, Macri se interesó por el proceso de juicio político que se impulsa contra esa presidenta y dejó fuera de la “agenda” la solicitud de un swap de monedas para sumar al Banco Central, indicó tras del encuentro.
Macri también compartió un almuerzo en San Pablo con la conducción de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), a la que llamó “la organización industrial más grande de Latinoamérica” e invitó a invertir en “el plan de infraestructura más grande de la historia de la Argentina”, en alusión al Plan Belgrano.
En tanto, el presidente de la FIESP, Paulo Skaf, consideró a Macri como “la oportunidad para el retorno de las operaciones brasileñas a la Argentina”.
Los designados jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la canciller, Susana Malcorra, acompañaron al futuro jefe de Estado, quien abogó por “dinamizar” la “integración”, tanto “bilateral” como a partir del Mercosur, al aclarar que se trata de “procesos paralelos” y que “si a Brasil le va mejor, a la Argentina le irá mejor, y viceversa”.
“Tenemos mucho para complementarnos, desafíos comunes muy importantes y tenemos que ratificarlo día a día en el trabajo”, dijo. Y advirtió: “Ambos países estamos sufriendo procesos de recesión y necesitamos poner nuestras economías en marcha”.
En cuanto al pedido de juicio político contra Rousseff por adulteración de cuentas públicas, dijo haberla visto “muy tranquila” y manifestó que confiaba “plenamente en las instituciones de Brasil”, al que definió como “un país fuerte y sólido, que ha consolidado su sistema democrático”.
“Compartimos la visión de Brasil, cuando el Mercosur pone una propuesta sobre la mesa, que la Unión Europea ponga la suya y se dé comienzo a un proceso serio de negociación. Hace varias décadas que se repite el tema agrícola y queremos que se lo encare”, enfatizó, y reiteró su voluntad de “converger” como bloque en la Alianza del Pacífico.
Planteó ante Rousseff su “preocupación” por la situación política en Venezuela, y ratificó que, si bien espera que “se diluya la tensión que se vive” en ese país, buscará aplicar la “cláusula democrática” al gobierno de Nicolás Maduro cuando el Mercosur se reúna en Asunción de Paraguay, el 21 de este mes. Ante los industriales, Macri sostuvo que llegó a la Casa Rosada “para trabajar desideologizando la región y yendo hacia cosas concretas que estrechen el comercio y el intercambio cultural y educativo”, según refirió el portal Brasil 247 Latam.
En Chile, mantuvo una reunión privada con los ministros chilenos de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz; el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz; y el embajador chileno en Argentina, José Antonio Viera-Gallo. Luego, cenó junto a la presidenta de ese país. (DyN)
En el cónclave con Rousseff, que se extendió por más de una hora en el Palacio de Planalto, sede del gobierno en Brasilia, Macri se interesó por el proceso de juicio político que se impulsa contra esa presidenta y dejó fuera de la “agenda” la solicitud de un swap de monedas para sumar al Banco Central, indicó tras del encuentro.
Macri también compartió un almuerzo en San Pablo con la conducción de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), a la que llamó “la organización industrial más grande de Latinoamérica” e invitó a invertir en “el plan de infraestructura más grande de la historia de la Argentina”, en alusión al Plan Belgrano.
En tanto, el presidente de la FIESP, Paulo Skaf, consideró a Macri como “la oportunidad para el retorno de las operaciones brasileñas a la Argentina”.
Los designados jefe de Gabinete, Marcos Peña, y la canciller, Susana Malcorra, acompañaron al futuro jefe de Estado, quien abogó por “dinamizar” la “integración”, tanto “bilateral” como a partir del Mercosur, al aclarar que se trata de “procesos paralelos” y que “si a Brasil le va mejor, a la Argentina le irá mejor, y viceversa”.
“Tenemos mucho para complementarnos, desafíos comunes muy importantes y tenemos que ratificarlo día a día en el trabajo”, dijo. Y advirtió: “Ambos países estamos sufriendo procesos de recesión y necesitamos poner nuestras economías en marcha”.
En cuanto al pedido de juicio político contra Rousseff por adulteración de cuentas públicas, dijo haberla visto “muy tranquila” y manifestó que confiaba “plenamente en las instituciones de Brasil”, al que definió como “un país fuerte y sólido, que ha consolidado su sistema democrático”.
“Compartimos la visión de Brasil, cuando el Mercosur pone una propuesta sobre la mesa, que la Unión Europea ponga la suya y se dé comienzo a un proceso serio de negociación. Hace varias décadas que se repite el tema agrícola y queremos que se lo encare”, enfatizó, y reiteró su voluntad de “converger” como bloque en la Alianza del Pacífico.
Planteó ante Rousseff su “preocupación” por la situación política en Venezuela, y ratificó que, si bien espera que “se diluya la tensión que se vive” en ese país, buscará aplicar la “cláusula democrática” al gobierno de Nicolás Maduro cuando el Mercosur se reúna en Asunción de Paraguay, el 21 de este mes. Ante los industriales, Macri sostuvo que llegó a la Casa Rosada “para trabajar desideologizando la región y yendo hacia cosas concretas que estrechen el comercio y el intercambio cultural y educativo”, según refirió el portal Brasil 247 Latam.
En Chile, mantuvo una reunión privada con los ministros chilenos de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz; el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz; y el embajador chileno en Argentina, José Antonio Viera-Gallo. Luego, cenó junto a la presidenta de ese país. (DyN)
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