La Provincia compra el Casino, el Savoy y el teatro

La Provincia compra el Casino, el Savoy y el teatro

EL CASINO. La imagen fue tomada a poco de abrir sus puertas, en 1912, la casa de juego construida por el empresario Faustino de Rosa junto al hotel Savoy y al teatro Odeón. Actualmente pertenece a la Legislatura.  LA GACETA. EL CASINO. La imagen fue tomada a poco de abrir sus puertas, en 1912, la casa de juego construida por el empresario Faustino de Rosa junto al hotel Savoy y al teatro Odeón. Actualmente pertenece a la Legislatura. LA GACETA.
05 Diciembre 2015
MANUEL RIVA / LA GACETA

Un 28 de noviembre de 1945 el Gobierno tucumano compraba el elegante complejo edilicio de avenida Sarmiento al 600 conformado por el hotel Savoy, el Casino y el teatro Odeón. Ese día se firmaba “la escritura de traslación de dominio” del conjunto construido por el empresario Faustino Da Rosa en 1912 cuya propiedad estaba en manos del Banco Francés, principal acreedor de la firma propietaria de los establecimientos. El otro era el Ferrocarril Central Argentino.

Esto ponía fin a una larga agonía. El conjunto había sido imaginado por Da Rosa, propietario del teatro Odeón de Buenos Aires, quien en 1908 hizo llegar su propuesta al gobernador Luis F. Nougués. El empresario de origen portugués manifestaba que Tucumán estaba “destinada a ser, por su situación y clima, uno de los sitios de invierno de fama mundial a la manera de Niza, joya del Mediterráneo”. Consideraba que sería “la ciudad de invierno, tan atrayente para el viajero de todos los países de la tierra”.

Para ello, manifestaba que además del atractivo paisajístico, la provincia debía atraer al viajero con “un teatro casino a la manera de los que funcionan en Niza o en Mar del Plata”.

La ley de concesión otorgaba 30 años de exención impositiva a la Sociedad Anónima Savoy Hotel y Anexos.

Las cosas marcharon de manera próspera hasta 1928, año en el que la Legislatura promulgó la ley de represión de los juegos de azar. Esto fue un impacto directo a los ingresos del grupo empresarial. El Casino cerró sus puertas. El teatro comenzó a languidecer hasta cerrarse. El que sobrevivió fue el Savoy pero sin el esplendor de antaño. Su agonía se aceleró en 1942 al caducar la exención fiscal. Precisamente, una suba impositiva en 1943 lo dejó fuera de combate. Los apremios financieros llevaron a que el 30 de octubre de 1944 cerrara sus puertas.

Una luz en el camino…

El espléndido complejo seguía siendo una deuda no saldada por las autoridades, que decidieron archivar la nostalgia y tomaron la decisión de comprarlo.

El proceso se inició en setiembre de 1945 cuando la intervención federal, el golpe de Estado de 1943 había derrocado a Ramón Castillo e intervenido todos los distritos del país, ofreció 738.000 pesos para hacerse cargo de todas esas instalaciones. La operación se cerró, finalmente, por un valor de 780.000 pesos. La diferencia estuvo dada por el valor del mobiliario.

El 29 de noviembre de 1945, LA GACETA, relataba que “la Provincia entró así en posesión definitiva del inmueble y de sus locales, y se dispone a resolver con el arriendo del Savoy Hotel, en el cual se dispondrán ampliaciones y reformas, el problema de la falta de locales adecuados para el alojamiento de personas que visitan Tucumán por turismo u otras causas”.

El acto fue presidido por el interventor, vicealmirante Enrique Garcìa, quien estaba acompañado por sus funcionarios. La crónica destacaba que “el escribano de gobierno, Delfín Vallladares, leyó la escritura de compra - venta, con la cual se declararon conformes las partes”.

La escritura fue firmada por el fiscal de gobierno, Felipe Pérez, y por Roberto Repetto, en representación de los accionistas del banco. El relato destacaba que “después de firmarse la escritura, se hizo entrega al doctor Repetto de un cheque por 780.000 pesos”. La información anunciaba que “las autoridades dieron posesión de los edificios al director de Turismo, Guillermo García”. Además se anunciaba “en cuanto al Casino, se le destinará probablemente a Museo de Bellas Artes”, que por entonces debía abandonar el edificio que alquilaba. Sin embargo, el lugar terminó en manos del Poder Legislativo: allí funcionó la Cámara de Diputados cuando había sistema bicameral en la provincia.

Reaperturas

La reapertura del Casino debió esperar 14 años hasta que el gobernador Celestino Gelsi lo puso en marcha el 31 de mayo de 1959. Para llegar a ello, la Legislatura dió vía libre para la nueva instalación de la casa de juegos en 1958, 30 años después que el mismo cuerpo prohibiera este tipo de actividad por ley.

De igual manera, el teatro Odeón tuvo sus vaivenes. La Provincia lo incorporó a su patrimonio. En 1951, por ley provincial, cambió su nombre por el de San Martín. El coliseo permaneció mucho tiempo cerrado hasta su incorporación efectiva y permanente a la actividad cultural en 1959, al crearse el Consejo Provincial de Difusión Cultural.

El empresario Da Rosa, que murió en 1936, invirtió 1,2 millón de pesos en la construcción del conjunto, comprado más de 30 años después por casi 800.000. Y como rara mueca del destino, el teatro abrió sus puertas con la opereta de Leo Fali, “La princesa de los dólares”.

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