origen: EEUU, 2015. dirección: Robert Zemeckis. CON: Joseph Gordon-Levitt (foto), Charlotte Le Bon, Ben Kingsley. violencia: sin escenas. sexo: sin escenas. estupendo I: el tratamiento de la imagen, exquisito juego de colores, tonos y ambientes, mérito del fotógrafo Dariusz Wolski. estupendo II: el ritmo de jazz que impone Alan Silvestri, el compositor de cabecera de Zemeckis.
El título original es “The walk” (“La caminata”). De eso se trata la película, del viaje de 43 metros que Philippe Petit concretó entre las nubes, sostenido por un cable de acero, de una torre gemela a la otra. Es increíble que haya ocurrido; de hecho, más de un espectador sale mareado del cine. El vértigo se contagia y más si la proyección elegida es en 3D (muy bien utilizado en este caso). Lo que ocurre antes de esa caminata inmortal queda reducido a un apunte; el corazón del filme son esos minutos vibrantes e interminables que se tomó Petit para hacer historia.
Nadie mejor que Robert Zemeckis para narrar este cuento, al que adorna con pinceladas de la estética sententista pero sin meterse con el verdedaro clima de la época. A lo bucólico de París y lo febril de Nueva York les falta el trazo de la realidad. Eran tiempos de crisis política y económica, y bien puede leerse la caminata de Petit como un manifiesto sociocultural contrario a la desesperanza imperante en 1974. Las Torres Gemelas se alzaban como símbolo de un futuro que, tal vez, podía ser mejor. El viaje de Petit remitía a los ideales de un período -los sesenta- en el que se soñaba con la imaginación al poder. Puede que Petit, además de unir dos edificios, haya intentado trazar un puente temporal.
Zemeckis se demora lo indispensable en contar cómo llegó Petit a subirse al cable. Va rápido, a caballo de pinceladas y utilizando la voz en off del protagonista. Hay una relación sentimental apenas bosquejada, gente que entra al proyecto sin demasiadas vueltas. Ni siquiera queda claro de dónde salió el dinero para bancar el proyecto. Es lo más flojo de la película. Pero cuando empieza la caminata Zemeckis recupera fragmentos de su vieja magia (“Volver al futuro”, “Forrest Gump”) y consigue emocionar. Son, también, los mejores momentos de Joseph Gordon-Levitt, en la piel de un prodigioso artista.
De Leon Tolstoi (“Anna Karenina”) y Jane Austen (“Orgullo y prejuicio”), Joe Wright pasó a James Barrie. Es tan valorable su interés por los clásicos como lo ecléctico de su paladar. Que sean decimonónicos no significa que los tres autores recorrieran géneros y temáticas parecidas. Pero lo llamativo es el salto que dio Wright, tan apegado a los dramas y al romanticismo en su filmografía que “Peter Pan” es toda una novedad. Feliz novedad, para más datos.
Wright y Jason Fuchs (a cargo por estos días del guión de “La mujer maravilla”, para DC) utilizaron los personajes de Barrie para disparar un ejercicio de pura imaginación. ¿De dónde salió Peter Pan? ¿Cuál es la historia del Capitán Garfio? ¿Por qué son tan importantes las hadas en Nunca Jamás? Con las respuestas se fue armando esta versión absolutamente libre del cuento. Mejor dicho, una precuela que encuentra a Peter y a Garfio unidos para enfrentar a otro pirata, el oscuro Barbanegra (Hugh Jackman está irreconocible en la caracterización).
A Wright le salió una película visualmente magnífica, con momentos tan bellos y sorprendentes como el ataque de un avión Spitfire al barco pirata volador. Es una historia entretenida a más no poder, un juego de héroes y villanos sin grises ni ambigüedades, más orientada a divertir a los chicos que a meterse con cuestiones psicoanalíticas y traqueteados síndromes de Peter Pan. Ese también es un acierto.
Levi Miller está muy bien como Peter, en cuyo equipo revisten un Garfio valiente y solidario (Garrett Hedlund) y Tiger Lily (Rooney Mara, toda una espadachina). Los 150 millones de dólares que gastó Warner en este juguete se notan en el deslumbrante diseño de producción y en las fugaces apariciones de Amanda Seyfried y Cara Delevingne. Gigantismo hollywoodense a tope, papel de regalo para una historia que, a fin de cuentas, nació pensada para el teatro.
origen: EEUU, 2015. dirección: Joe Wright. CON: Levi Miller, Hugh Jackman, Rooney Mara. violencia: con escenas. sexo: sin escenas. el diálogo: “¿seremos amigos para siempre, Garfio”, pregunta Peter, y recibe un rotundo sí. la escena: esclavos y piratas cantando “Smells like teen spirit”, de Nirvana.
BUENA
buena