Hay que tener cordura
05 Octubre 2015

Franco Iosa - DNI 34604089

En San Martín la relación entre los hinchas y la dirigencia se rompió. Bajo ningún punto de vista esto justifica la violencia, pero cabe aclarar que las personas que integran la comisión directiva no agacharon la cabeza para asumir errores. Decidieron discutir y desafiar a los hinchas en el momento menos propicio. Si estando al mando de un club no se muestra cordura, que se puedo esperar de un fanático. Reitero que no justifico ni voy a justificar nunca la violencia. Mucho menos de los que rompiero un portón. Tengo poco más que 10 años de socio y siento que destruyen mi casa cuando tiran butacas, prenden fuego o intentan violar una puerta. Lo de ayer no fue un partido más, dejará secuelas. Lo triste es que la solución a éste mal momento de una institución grande como San Martín no parece estar cerca. San Martín se hizo grande por su historia y sus logros. Hoy es grande por su gente. En un momento tan crítico del club, la actual comisión debería llamar al hincha verdadero de San Martín quién se crea capaz de aportar lo que sea por el bien del club.

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La soledad del poder

Pedro Verasaluse - [email protected]

Claudio De Camilo declaró sentirse solo. Pero con sus posicionamientos padecía de la llamada soledad del poder. Quizás estaba convencido de sus ideas y, por ende, las llevaba adelante. Tal vez no tuvo, como el resto de la comisión directiva, un asesoramiento o no quiso asesorarse. En general el significado de las palabras en la practica no tienen las mismas consecuencias para el que detenta el poder como para el hincha o socio común. En San Martín existen varias categorías de socios. Él decidió inventar una nueva categoría de socios: los “nuevos” “y no aquellos que se presentaron en las ultimas tres elecciones y entre las tres sacaron 80 votos en total”. Eran palabras, innecesarias, que alejaban cualquier posibilidad de reconciliación o unidad, en momentos críticos para institución. Nadie cuestiona a De Camilo haber puesto a su manera, cuerpo y pasión a San Martín, ya que es fácil la critica a los que hacen. Dejó de lado la palabra del socio. La soledad del poder, con su “me siento solo” es no haber hecho partícipe a los socios de las decisiones importantes. Aunque no corresponde decirlo, otro hubiera sido el desenlace de la crisis.

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