Un equipo ideal y “Eterno”

Que el apodo de Jorge Orlando López sea “El Eterno”, no es ninguna casualidad. Su historia, que tan bien sabe contar y transmitir con sus palabras, parece que trascenderá en el tiempo. Aquella sensación parece tener consenso unánime por los historiadores, dirigentes y memoriosos hinchas que dieron apenas una muestra de ello, eligiéndolo entre los 11 jugadores del equipo ideal histórico en una encuesta de LG Deportiva, que derivó en un póster.

“Para mi es un verdadero halago estar en ese equipo. Sinceramente no me lo esperaba porque hay muchísimos jugadores que merecían estar incluso antes que yo”, arrancó el letal delantero que tuvo San Martín en los ‘80 cuyos pergaminos bastan y sobran para contradecirlo.

Pero es su faceta como entrenador por la que se lo convoca. ¿Cómo haría un experimentado en la materia del banco, el buzo de DT, los silbatos y las gorras para dirigir a tamaño equipo que votó la hinchada “santa?

“Les diría que salgan a jugar, así de simple. Con tantos jugadores de buen pie no se les puede pedir otra cosa”, explicó López. Es normal en este tipo de compulsas que los hinchas se vuelquen por jugadores con más juego que marca y esta no fue la excepción.

“Con estos futbolistas me parece que el sistema adecuado es el 4-3-3. En el medio no tenés marca, solo jugadores de buen pie así que no veo otro esquema”, admitió.

Uno por uno

Otra prueba que confirma la inmortalidad de López es que hasta hoy, con 58 años, sigue jugando al fútbol con algunos de sus compañeros en el virtual equipo que armaron los fanáticos.

El “Eterno” juega para los Veteranos de La Victoria, un equipo que comparte con Roque Martínez y Jacinto Roldán, justamente compañeros suyos en el póster. “Es un placer seguir viéndolos a esta altura adentro y afuera de la cancha”, reconoce.

Y así como tiene palabras para ellos, las tendrá para cada uno de los jugadores del equipo histórico que integra y que por un momento durante la charla, los dirigirá. Casualmente a ellos con los que compartió equipo en su gran mayoría:

- Francisco Guillén: “era un gran arquero, siempre fue fundamental bajo los palos”.

- Mario Jiménez: “‘Cococho’ tenía una proyección impresionante. Además me entendía a la perfección con él. Nos conocíamos en todo. Sabía lo que iba a hacer yo y viceversa.

- Alfredo Juárez y Héctor Cejas: “Una dupla de centrales con jugadores exquisitos. Paraban la pelota con el pecho en medio del área y salían jugando. Sabían marcar”.

- Dante Unali: “otro jugador con una proyección en ofensiva increíble. Sabía marcar y además tenía una pegada impresionante, por algo jugó en clubes importantes, después”.

“Los del medio son tres monstruos: Martínez, José Noriega y Roldán. Jacinto era un jugador exquisito, goleador y con un gran manejo de la pelota. Noriega y Martínez tenían una pegada bárbara. Me cansé de hacer goles con pases del ‘Capo’ y ahora volvería a pasar lo mismo”, se imagina.

Por último, con sus compañeros de ataque formarían un tridente sinceramente letal: “Con Humberto (el ‘Coya’) Gutiérrez fue uno de los pocos que no pude jugar pero me comparan mucho con él. Además lo vi por tele y siempre me pareció un goleador terrible”, confiesa. En cambio, de Ricardo Troitiño sabe y bastante. “Se los corría a todos. Agarraba la pelota desde el fondo y llegaba por la izquierda. Además era muy difícil quitarle la pelota, tenía mucha habilidad. No era un goleador de raza pero sí mucho sacrificio”.

¿Y él? ¿Cómo jugaría él? “Mi mejor característica creo que era la definición. Llegaría mucho por afuera como lo hacía antes y tiraría centros. Tuve la suerte de hacer muchos goles y mucho de eso se lo debo a mi paso por Europa. Tenías que ser muy veloz y preciso y pudo aprenderlo”, asegura.

López jugó siete años en Europa pasando por Sevilla y Burgos, en los 90’. Después de sus palabras, no parece haber obstáculo alguno para que este equipo, estas características y con este técnico sea tan eterno como Jorge López.