Matan a la representante de las prostitutas rosarinas

Sandra Cabrera apareció muerta con un balazo en la cabeza en una departamento del centro-oeste de Rosario. La mujer de 40 años contaba con una custodia policial por las amenzas de muerte recibidas.

27 Enero 2004
ROSARIO.- La titular de una entidad que agrupa a trabajadoras sexuales de Rosario fue hallada hoy asesinada de un tiro en la cabeza y presuntamente violada, en una casa de la zona centro-oeste de Rosario, informaron fuentes policiales y judiciales.
Se trata de Sandra Cabrera, de unos 40 años y secretaria general de la filial local de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (AMMA), quien contaba desde hace tiempo con custodia policial, ya que había recibido amenazas de muerte por cuestiones ligadas a su oficio, según informaron las fuentes.
Hace cuatro días, la mujer había acompañado a una prostituta a realizar una denuncia en un diario local contra policías de Moralidad Pública, a quienes les imputó cobrar coimas y maltratar a una prostituta, hecho que ahora forma parte de la investigación judicial.
El cadáver de Cabrera, oriunda de la provincia de San Juan, fue encontrado poco antes de las 9, en la escalinata de un pasillo interior de una vivienda situada en Irondo 647, muy cercana a su casa.
Según informó el juez de Instrucción a cargo de la causa, Carlos Carbone, la mujer tenía "un disparo en la nuca y tenía las ropas semibajas", lo que hace suponer a los investigadores de que pudo ser sometida sexualmente.
De acuerdo a lo relatado por una prostituta amiga de la víctima, Cabrera tenía una pequeña hija a quien justamente hoy debía ir a buscar a la terminal de ómnibus Mariano Moreno, ya que regresaba de la provincia de Mendoza.
Este crimen se produjo muy cerca de la propia casa de Cabrera, vivienda que contaba con custodia policial por las amenazas que recibía, dado el alto perfil que le daba a su actividad en defensa de sus compañeras de prostitución, oficio que ella misma ejercía en la actualidad.
El juez Carbone, junto al jefe de Homicidios de la policía rosarina, comisario Daniel Corbellini, fueron al lugar del crimen y ordenaron el levantamiento de rastros.Al retirarse del lugar, el magistrado admitió haberse enterado de que la mujer había sido víctima de amenazas por su actividad, algunas presumiblemente efectuadas desde un sector de la policía local, vinculada a la actividad callejera de las prostitutas.
Respecto de la posibilidad de que el ataque esté vinculado a su actividad profesional y a las amenazas recibidas, el juez Carbone dijo que va a investigar, ya que no puede descartar ninguna hipótesis. (TELAM)

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