15 Junio 2015
FRENTE AL TALLER. La víctima presentaba fuertes golpes en la cabeza. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
Había escuchado corridas desde su casa pero no imaginó que, momentos después, se encontraría con una persona agonizando al abrir la puerta. Asustado, Oscar Gómez avisó a la Policía. Minutos más tarde confirmarían que el hombre había muerto.
Gómez es un vecino de Villa Luján. Tiene un taller de refrigeración en el pasaje Aristóbulo del Valle, entre Saavedra y avenida Ejército del Norte. Según contó a este diario, ayer a la mañana había escuchado a gente correr en la calle pero no le había llamado demasiado la atención. Un rato después, alrededor de las 7.40, salió a desayunar. Cuando abrió la puerta, se encontró con una persona tirada en la vereda.
“No se movía, pero hacía como un ronquido”, recordó Gómez. Y señaló que se trataba de un hombre que tenía sus piernas sobre la vereda y su cabeza, toda ensangrentada, sobre el cordón. “Como no tengo teléfono, me fui hasta el video póker de la esquina y le pedí a un policía que llame una ambulancia”, contó Gómez.
El vecino contó que, después de hablar con el policía, regresó al lugar donde se encontraba esa persona. Todo indicaba que ya había muerto. Pronto el pasaje se llenó de patrulleros y uniformados que revisaban el lugar e intentaban determinar qué había pasado.
Fuentes policiales informaron que la víctima fue identificada como Ariel Sanguino de 31 años, quien había recibido fuertes golpes en la cabeza. El hombre era oriundo de Rosario de la Frontera, pero vivía en el barrio Policial III junto a un hermano. Se ganaba la vida reparando heladeras e instalando equipos de aire acondicionado. Los vecinos del pasaje Aristóbulo del Valle aseguraron que nunca lo habían visto en la zona.
La investigación del caso quedó a cargo de la división Homicidios de la Policía, dirigida por el comisario Marcelo Sallas, por orden de la fiscala de Instrucción de la III° Nominación, Carmen Reuter.
Gómez es un vecino de Villa Luján. Tiene un taller de refrigeración en el pasaje Aristóbulo del Valle, entre Saavedra y avenida Ejército del Norte. Según contó a este diario, ayer a la mañana había escuchado a gente correr en la calle pero no le había llamado demasiado la atención. Un rato después, alrededor de las 7.40, salió a desayunar. Cuando abrió la puerta, se encontró con una persona tirada en la vereda.
“No se movía, pero hacía como un ronquido”, recordó Gómez. Y señaló que se trataba de un hombre que tenía sus piernas sobre la vereda y su cabeza, toda ensangrentada, sobre el cordón. “Como no tengo teléfono, me fui hasta el video póker de la esquina y le pedí a un policía que llame una ambulancia”, contó Gómez.
El vecino contó que, después de hablar con el policía, regresó al lugar donde se encontraba esa persona. Todo indicaba que ya había muerto. Pronto el pasaje se llenó de patrulleros y uniformados que revisaban el lugar e intentaban determinar qué había pasado.
Fuentes policiales informaron que la víctima fue identificada como Ariel Sanguino de 31 años, quien había recibido fuertes golpes en la cabeza. El hombre era oriundo de Rosario de la Frontera, pero vivía en el barrio Policial III junto a un hermano. Se ganaba la vida reparando heladeras e instalando equipos de aire acondicionado. Los vecinos del pasaje Aristóbulo del Valle aseguraron que nunca lo habían visto en la zona.
La investigación del caso quedó a cargo de la división Homicidios de la Policía, dirigida por el comisario Marcelo Sallas, por orden de la fiscala de Instrucción de la III° Nominación, Carmen Reuter.
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