Una experiencia que suma más pros que contras

Hay jóvenes que tienen ofertas de empleo apenas se gradúan de la universidad, pero las rechazan para tomarse un año sabático y lanzarse a recorrer el mundo. Otros ya tienen un trabajo fijo y con muchas posibilidades de ascender. Renuncian, arman las valijas y parten. Sus compañeros los despiden con globos y tortas. Saben perfectamente que cuando vuelven es casi imposible que vuelvan a ese puesto. Pero no les importa. Se sienten orgullosos de cumplir este sueño.

La pregunta es: ¿qué pasa cuándo vuelven? ¿les sirve o no les sirve el año sabático por el mundo a la hora de reinsertarse en el mercado laboral? ¿quién decide hacer un paréntesis en su vida puede ser considerada por un empleador como alguien poco responsable e inestable? María Laura Colque, presidenta de la Fundación para el Desarrollo Profesional, considera que esta aventura tiene más pro que contras, aunque todavía haya empresarios que no ven muy bien a los profesionales que hacen un alto. “Es una tendencia que empezó a surgir hace unos tres años en Tucumán. Son pocas, pero cada vez más, las empresas (en especial las internacionales) que ven lo positivo de contratar a jóvenes que han vivido esta experiencia; lo ven como un valor agregado. La chapa cultural suma muchos puntos hoy en día”, resalta.

En la fundación que dirige Colque capacitan y orientan a los jóvenes profesionales. “Honestamente la apertura mental que les da estos viajes es irreemplazable, no sólo por el contacto con otras culturas, sino porque salir del entorno habitual los hacer ver las cosas con otra perspectiva. Ser capaces de mirar la propia carrera desde fuera puede incidir mucho en su futuro profesional”, opina la experta. A ella le sorprende que sean más mujeres que hombres los que se animen a vivir esta experiencia. 

Apostilla

El origen de los gappers.- El término gap travel fue bautizado por los ingleses tras la Segunda Guerra Mundial. Entonces, estaba bien visto que jóvenes británicos viajaran por el mundo como posible medio para fomentar la paz mundial. En la década de los 90 la tendencia tomó fuerza y adquirió un nuevo enfoque.

Recomendado.- El año sabático es aconsejado en muchas universidades. Harvard se lo recomienda a sus alumnos. La Universidad de Princeton tiene un programa llamado The Bridge Year, donde un grupo de alumnos puede retrasar el inicio de su primer año con el fin de participar durante nueve meses en actividades de servicio en destinos internacionales.

Hay que sacarle el jugo.- Los expertos consideran que la clave es que el año sabático sea productivo: que lo usen para viajar y aprender algo nuevo. Según una investigación del Instituto de Estudios Fiscales del Reino Unido (que realizó un seguimiento a estudiantes por varios años) muchos de los que no hicieron nada durante su año sabático cayeron en el consumo excesivo de alcohol y drogas.