Un verdugo casero

Un verdugo casero

Juventus jugará la final con Barcelona gracias a Morata, ex Real Madrid

EL RESPETO ESTÁ PRIMERO. El delantero Álvaro Morata no celebró ninguno de los dos goles que le marcó a Real Madrid. reuters EL RESPETO ESTÁ PRIMERO. El delantero Álvaro Morata no celebró ninguno de los dos goles que le marcó a Real Madrid. reuters
14 Mayo 2015
Los dos goles más importantes de su carrera no los quiso celebrar. Álvaro Morata es un héroe en la historia de Juventus, pero el delantero español vivió la paradoja del futbolista que regresa a casa para convertirse en verdugo.

Morata anotó el 1-1 con el que “juve” dejó fuera de la final de la Liga de Campeones a Real Madrid, actual campeón. En el minuto 57, el atacante de 22 años controló un balón dentro del área, armó con rapidez su pierna izquierda y fusiló a Iker Casillas. La hinchada visitante explotó de la alegría, pero él no tuvo ni un gesto de felicidad. Parecía uno más de los casi 80.000 espectadores que quedaron mudos en el Santiago Bernabéu. “Si marco un gol no lo celebraré”, había advertido Morata. Y cumplió con su palabra por partida doble: en el estadio italiano, cuando anotó el primero de los goles con los que “juve” ganó 2-1, y en el Bernabéu, donde igualó el que Cristiano Ronaldo había logrado de penal.

Morata debutó en Primera en 2010 con Real Madrid, después de subir al primer equipo de las categorías juveniles. Sus comienzos habían sido en el Atlético Madrid, pero al igual que uno de los grandes ídolos blancos, Raúl González, cambió de aires y de fidelidad cuando aún era un joven. No logró hacerse un lugar en un equipo con una delantera plagada de estrellas. Ni con José Mourinho ni con Carlo Ancelotti logró continuidad.

Esta temporada, el español hizo las maletas y emigró a Italia, a una “juve” que dominaba la Serie A desde hace años. Allí tuvo que pelear por el puesto con Fernando Llorente, más veterano, contundente y experimentado. Sin embargo, el joven atacante creció, se hizo más efectivo y más veloz.

En la selección española también tuvo y aprovechó sus oportunidades, presentándose como una clara alternativa a Diego Costa. Morata fue sustituido en el minuto 84 del partido y fue despedido por no pocos hinchas madridistas con aplausos. El partido le sirvió para entrar en el panteón juventino, pero también para enviar un mensaje al seleccionador español, Vicente del Bosque, y a su antiguo club, que aún podría recomprarlo por 30 millones de euros.

Un día de felicidad que, sin embargo, Morata no celebró.

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