En Nepal se enfrentan por la comida y el agua

En Nepal se enfrentan por la comida y el agua

La ONU pide U$S 415 millones de ayuda; gente a la intemperie

LA EMERGENCIA. La población hace cola para conseguir comida. reuters LA EMERGENCIA. La población hace cola para conseguir comida. reuters
30 Abril 2015
KATMANDÚ.- La ONU pidió U$S 415 millones (380 millones de euros) de ayuda urgente para la población de Nepal, que el sábado se vio sacudida por un terremoto que dejó más de 5.000 muertos, a la vez que advirtió de que un reparto inadecuado de los suministros podría provocar enfrentamientos entre los damnificados.

Unos 4,2 millones de personas necesitan urgentemente agua potable e instalaciones sanitarias, mientras que 1,4 millones precisan comida y un millón más está viviendo en la calle, afirmó la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha). Según este organismo, ya se produjeron refriegas por el agua potable. “El reparto desigual eleva el riesgo de enfrentamiento entre los afectados”, afirmó la Oficina de la ONU.

La división alemana de Unicef advirtió que es necesario que se produzca un gran aumento de la ayuda para evitar una “catástrofe tras la catástrofe”. En Bhaktapur, cerca de Katmandú, sólo el 20 % de la población tiene acceso a agua potable, informó la organización de protección para la infancia en base a declaraciones de los equipos de ayuda que están sobre el terreno.

Según las cifras ofrecidas por las autoridades nepalíes, el terremoto, de magnitud 7,8 en la escala de Richter, se cobró ya la vida de 5.027 personas y dejó 10.226 heridos. Pero el Gobierno estima que los muertos podrían ascender a 10.000, en razón de que aun faltan informes de los poblados más aislados. Según datos anteriores, 1.500 de las muertes se habrían producido en Katmandú. Además hubo un centenar de muertos en India y China.

Las calles de la capital comenzaron a estar más concurridas ayer, después de que mucha gente pasara los días siguientes al sismo a la intemperie por miedo a las numerosas réplicas.

“Necesitamos más provisiones y alimentos y comprar otras cosas ahora para estar preparados”, dijo Chejum Gurung, quien acogió a seis niños en su jardín de un barrio de Katmandú. Mucha gente hambrienta se queja de que aún no les ha llegado la ayuda prometida por las autoridades nepalíes.

“Nuestros recursos y equipos son limitados, pero estamos aprendiendo de nuestra debilidad y tratamos de hacer lo que se pueda para acelerar la operación de rescate”, afirmó el primer ministro, Sushil Koirala.

Sin embargo, mucha gente parece no estar convencida de las promesas del gobierno y está abandonando la capital, fuertemente dañada por el terremoto. “Vamos a viajar a la región de Terai, donde planeamos quedarnos hasta que las cosas mejoren un poco”, relató Chandra Shekhar Jaiswal, un residente del barrio de Maharajganj. “Aquí va a haber escasez de alimentos y servicios, por lo que es mejor salir ahora”, añadió.

Aun así, cientos de damnificados se verán obligados a permanecer en las calles hasta que puedan encontrar cobijo. Muchas personas cuyas casas no fueron destruidas prefieren pasar la noche a la intemperie por temor a que se produzca un nuevo sismo, restando así recursos que podrían ir a parar a otros damnificados. Más de 15 países participan en las tareas de rescate y la distribución de ayuda humanitaria. “Coordinamos con el gobierno para distribuir la ayuda”, dijo Ram Babu Shah, funcionario de la ONU. (DPA)

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