Por Mariana Segura
23 Marzo 2015
MOMENTO FELIZ. Osvaldo y el resto del equipo festeja el 1-0 parcial. Para su lamento, las sonrisas duraron un suspiro. telam
Boca tropezó en San Juan y dejó ir la chance de ser puntero. Arrancó como atado de pies y manos, con un San Martín dispuesto a hacerle sentir el rigor cuyano. Sólo Daniel Osvaldo tuvo con qué desamarrarlo: aprovechó un penal infantil de Marcos Gelabert y lo cambió por gol con clase, amagándole a Luis Ardente para dejarlo pagando.
Eso fue suficiente para llegar a la cima y esperar el complemento. Allí, de entrada no más, San Martín volvió a anudarlo. Se hizo amo y señor del partido, se robó los flashes de Osvaldo y volvió figura a un Agustín Orion que tapó todo menos el puntín en slow motion de Marcos Figueroa, que aprovechó el enredo de la defensa para meterla en la ratonera. El 1-1 estaba bien pero el “vedinegro” iba por más. No se conformaba, mucho más notando que hasta Nicolás Lodeiro había perdido la brújula en un Boca extraviado en San Juan.
La fractura de tibia y peroné con la que Orion sacó del estadio a Carlos Bueno después de una salida criminal (por la que vio la roja directa) cambió la atmósfera del partido. Los dos equipos se quedaron con 10 (también se fue expulsado Gelabert) y ahí Boca hizo el intento de recuperar algo del terreno perdido para volver al ruedo por el liderazgo. Pero San Martín no lo dejó, se adueñó otra vez de la pelota. Pudo hasta ganarlo, pero se conformó con dejar al “xeneize” sin chance de volver a la cima.
Eso fue suficiente para llegar a la cima y esperar el complemento. Allí, de entrada no más, San Martín volvió a anudarlo. Se hizo amo y señor del partido, se robó los flashes de Osvaldo y volvió figura a un Agustín Orion que tapó todo menos el puntín en slow motion de Marcos Figueroa, que aprovechó el enredo de la defensa para meterla en la ratonera. El 1-1 estaba bien pero el “vedinegro” iba por más. No se conformaba, mucho más notando que hasta Nicolás Lodeiro había perdido la brújula en un Boca extraviado en San Juan.
La fractura de tibia y peroné con la que Orion sacó del estadio a Carlos Bueno después de una salida criminal (por la que vio la roja directa) cambió la atmósfera del partido. Los dos equipos se quedaron con 10 (también se fue expulsado Gelabert) y ahí Boca hizo el intento de recuperar algo del terreno perdido para volver al ruedo por el liderazgo. Pero San Martín no lo dejó, se adueñó otra vez de la pelota. Pudo hasta ganarlo, pero se conformó con dejar al “xeneize” sin chance de volver a la cima.