17 Marzo 2015
ROMA.- El Papa Francisco aseguró que siente un gran dolor por los ataques con bomba perpetrados el domingo en dos iglesias en Pakistán, alejándose de comentarios preparados en su habitual sermón para denunciar la “persecución” contra los cristianos. “Son iglesias cristianas, los cristianos son perseguidos. Nuestros hermanos pierden la sangre porque son cristianos”, sostuvo el Santo Padre.
Los ataques en Lahore, reivindicados por un grupo escindido del Talibán pakistaní, dejaron por lo menos 14 personas muertas y más de 80 heridos, durante los servicios religiosos del domingo.
Dos terroristas suicidas se detonaron simultáneamente explosivos que llevaban en sus cuerpos en los dos templos cristianos de el vecindario de Youhanabad, en Lahore, hacia el Norte del país.
Francisco dijo a una multitud reunida en la Plaza de San Pedro del Vaticano que oró por la paz en el país y “que esta persecución contra los cristianos, que el mundo trata de esconder, debe acabar”. “Mientras aseguro mi oración por las víctimas y sus familias, pido al Señor, imploro al Señor, fuente de todo bien, el don de la paz y la concordia para este país”.
También Francisco viene denunciando la persecución y los ataques de que son objetos las comunidades cristianas radicadas en el norte Irak y Siria, por parte de los yihadistas del ISIS, que buscan instalar un califato en esa región.
Los grupos yihadistas y talibanes combaten la presencia de las minorías religiosas y les imponen violentas condiciones para permitirles permanecer en los lugares que viven. Particularmente, se han ensañado con los asirios, en el norte de Irak. (Reuters-especial)
Los ataques en Lahore, reivindicados por un grupo escindido del Talibán pakistaní, dejaron por lo menos 14 personas muertas y más de 80 heridos, durante los servicios religiosos del domingo.
Dos terroristas suicidas se detonaron simultáneamente explosivos que llevaban en sus cuerpos en los dos templos cristianos de el vecindario de Youhanabad, en Lahore, hacia el Norte del país.
Francisco dijo a una multitud reunida en la Plaza de San Pedro del Vaticano que oró por la paz en el país y “que esta persecución contra los cristianos, que el mundo trata de esconder, debe acabar”. “Mientras aseguro mi oración por las víctimas y sus familias, pido al Señor, imploro al Señor, fuente de todo bien, el don de la paz y la concordia para este país”.
También Francisco viene denunciando la persecución y los ataques de que son objetos las comunidades cristianas radicadas en el norte Irak y Siria, por parte de los yihadistas del ISIS, que buscan instalar un califato en esa región.
Los grupos yihadistas y talibanes combaten la presencia de las minorías religiosas y les imponen violentas condiciones para permitirles permanecer en los lugares que viven. Particularmente, se han ensañado con los asirios, en el norte de Irak. (Reuters-especial)