Cartas de lectores

Cartas de lectores

La emergencia provocada por las tormentas y las inundaciones en la provincia ha conmovido a los tucumanos. las cartas de esta página reflejan las diferentes opiniones expresadas por los lectores

 la gaceta / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO) la gaceta / FOTO DE ANTONIO FERRONI (ARCHIVO)
13 Marzo 2015

El Río Muerto

Hace mucho que sentía impotencia al observar el ininterrumpido movimiento de camiones estatales y privados que, en forma impune, extraían áridos del lecho del Río Muerto. LA GACETA hizo notas al respecto. Sin embargo, la depredación nunca cesó al ritmo de la salvaje urbanización del cerro. El desastre de estos últimos días estaba anunciado pero nadie quiso oírlo. Socavaron el lecho y las defensas; la naturaleza reaccionó por sus heridas. Sería importante que se hiciera una comisión de expertos que incluyera a vecinos y autoridades para revelar el estado ambiental de toda la zona.

Carmen Perilli

[email protected]


No se puede comer el dinero

Preocupada, horrorizada viendo la catástrofe que azota nuestra querida provincia, me parece oportuno publicar esta frase cuya autoría desconozco: “solamente cuando vea el último árbol derrumbado, el último animal extinto y el último río contaminado, el hombre verá que no se puede comer el dinero”.

Graciela Marangoni

Publicidad

[email protected]


El hombre no da tregua

Anteayer escuchaba en la radio un título informativo: “la naturaleza no le da tregua al hombre” y pensé: “el hombre no le da tregua a la naturaleza”.

Juan José Soria

Publicidad

[email protected]


Las novelas de la realidad

Una vez más, en una misma edición, LA GACETA (11/3) nos ofrece información para escribir varias novelas. Una: “Los Reincidentes Voluntarios de la Inundación”. Elenco: gobernantes incapaces; políticos corruptos; empresarios inmobiliarios inescrupulosos; punteros sicarios de la política; pueblo ignorante reiteradamente inundado. Otra: “El Maniqueísmo Argentino”. Elenco: estrella principal, nuestra Presidenta; defensores K por favores recibidos; un avión cero Km. y 26 aviones hidrantes desaparecidos; los que dividen al pueblo argentino en “ellos” y “nosotros”. “La Bailanta de la Alegría”. Elenco: de nuevo nuestra Presidenta (¿se acuerdan cómo bailaba el Himno Nacional Argentino mientras se amontonaban cadáveres en Tucumán en diciembre de 2013?); los que sostienen que el dinero no proviene del esfuerzo productivo sino de una maquinita que imprime billetes; los que creen que esos billetes “apócrifos” mantendrán su valor en el tiempo; los que no respetan a los muertos. “Los Bañistas Flotadores”. Elenco: sinvergüenzas administradores públicos que en las últimas décadas llevaron agua para su molino; los que por ignorancia y falta de conciencia humana digna, ayudaban a llevar esa agua. “Las Travesuras de los Narcos”. Elenco: el titular de la Sedronar; los alegres narcotraficantes; los risueños chefs de las cocinas de drogas; los usurpadores de la política de alto vuelo nacional que quieren despenalizar su consumo. “El Enemigo Silencioso del Salario”. Elenco: los que contra viento y marea defienden la pauperización de los verdaderos trabajadores manteniendo la vigencia del impuesto a las “¿Ganancias?”. “Los Indestructibles”. Elenco: los que defienden con uñas y dientes a los generales culpables de lesa humanidad y no se ponen colorados. “Siguiendo la Madura Huella Venezolana”. Elenco: Maduro y compañía; los nostálgicos de los 70; los subversivos de los 60/70; los enriquecidos por el negocio de los derechos humanos. La última: “La Argentina Ausente”. Elenco: todos los argentinos que no integramos los elencos de las novelas anteriores. Ahora bien: ¿podremos alguna vez quemar todas estas novelas y escribir una nueva que nos involucre a los más de 40 millones de argentinos que somos, bajo una misma Constitución y una misma Bandera? Ese día recibiremos el “Nobel” de Literatura (Patriótica).

Luis vides Almonacid

[email protected]


Inundaciones y capitalismo

“Los expertos se niegan a pensar en las inundaciones como desastres naturales… es irresponsabilidad de los gobiernos por la falta de ordenamiento territorial, por permitir el mal uso del suelo y por no construir las obras que se necesitan para disminuir los efectos devastadores que tienen las crecientes” (LA GACETA). Razonamientos técnico-científicos correctos, pero carentes de profundidad social. ¿Por qué? Porque hablan de “irresponsabilidad” gubernamental, sin tener en cuenta las características y la esencia social del régimen, en el que se asienta el gobierno de Alperovich. Para el escritor socialista Nicolas Bujarin, la sociedad capitalista “presenta grandes contradicciones… porque… no existe una producción y distribución de los productos organizados, sino una anarquía en la producción. La sociedad no establece cuánto y qué necesita; los industriales hacen que se produzca siempre con la mira de la ganancia mayor posible y de apartar toda concurrencia”. En el capitalismo la “falta de ordenamiento territorial” es “normal”, porque su naturaleza es el beneficio. A esta afirmación la ejemplifica José Medinas, habitante de La Sala: “nosotros ya habíamos hecho denuncias al respecto -sobre el aumento de la erosión de la ladera producto del desarrollo inmobiliario- en la Dirección de Flora y Fauna. Se vendieron lotes al lado del río, se removió gran parte de la ladera de las montañas, de los árboles y se abrieron caminos”. Por ello, no deben llamar la atención las afirmaciones del gobernador: “Ha funcionado. Si no, mire lo que está pasando en Córdoba, y en Santa Fe… Creo que el trabajo, dentro de todo, ha funcionado”, refiriéndose a las “obras” para evitar las inundaciones. Sus “palabras” son funcionales a los intereses sociales que representa: un régimen incompatible con las necesidades más elementales de la vida. Se impone, como consecuencia de ello, una salida propia del pueblo trabajador: un fondo de reparación a los pueblos y afectados.

Pedro Pablo Verasaluse

[email protected]


Solidaridad

¿Quiénes pueden decir que los argentinos no somos solidarios? En lo personal estimo que deben ser muy pocos, ya que en toda nuestra historia de vida lo hemos demostrado a todo nivel interno e internacional. Pero como inquieto en mis preguntas a las que todavía en alguna no encuentro respuestas claras es que busco comparaciones que hacen al quehacer cotidiano de la vida y convivencia. Pienso que los términos solidaridad y prevención, en determinadas situaciones, deben marchar juntos y hasta en muchos casos entran a depender uno de otro. Estimo que la solidaridad no debe ser un hecho compulsivo de buenas intenciones; si no que debe plantearse como un ejercicio permanente que hace a la convivencia y las buenas costumbres. Voy a recordar frases de la abuela, siempre sentenciosas: Mejor es prevenir que curar: es decir tratar de estar adelante sobre hechos futuros y no esperar que ellos ocurran y recién potenciar todos los recursos disponibles. Recuerdo que cuando fue el conflicto de Malvinas, como pueblo desplegamos actitudes de relevancia con diferentes tipos de apoyos, físicos, mediáticos, económicos, con donativos, etcétera. Pero pocos nos planteamos que en medio estaban nuestros hermanos sin experiencia que iban a un fin inminente. Lo que hoy nos toca vivir como Provincia y Nación es inesperado, contundente, indescriptible. Pero apelando a la honestidad, debemos reconocer que poco se hizo en cuanto a anuncios de cambios climáticos, montaje de estructuras preventivas, talas indiscriminadas, erosión de los suelos, ubicación de viviendas en zona de riesgo. No quiero despertar una polémica con las tendencias; pero sí invitar a la gente a que se solidarice y se vea el enorme problema que significa reconstruir todo lo devastado. Pido que la solidaridad no quede en una campaña de buena fe y esperanza. Pido que la solidaridad aquiete las ansias y predisponga la inteligencia y los corazones, para que quienes fueron elegidos para administrar los recursos, equipos e instituciones cumplan con sus deberes; ya que el pueblo va seguir siendo solidario. Traigo unos versos del libro “Mirando en el espejo historias repetidas” y que habla de la libertad. “La libertad es el otro aquel que acompañamos sin llevarlo a cuestas”. Más allá de todas las ayudas que son necesarias y paliativas. Tratemos de incorporar la solidaridad y la prevención como un hecho educativo y cultural permanente y beneficios de los hijos de nuestros hijos.

Héctor Sergio Estrade

[email protected]


Boulevard 9 de Julio

Estoy completamente de acuerdo con lo expresado por el lector Juan Martín Pérez Pidutti (carta “Inundaciones V”,12/3); hace bastante tiempo y en varias oportunidades el ingeniero José Domián manifestó el error de construir el canal Boulevard 9 de Julio y enumeró los inconvenientes que surgirían (exactamente lo que pasó) y se ve que a los funcionarios de turno que planificaron la obra, los que aprobaron la misma y los que adjudicaron el dinero para realizarla (176 millones más las actualizaciones) les importa un bledo el daño que producen y malgastan el dinero, que si fuera bien utilizado contribuirían con una obra de bien. Yo pregunto: ¿esas personas no tendrían que ser investigadas y hacerlas responsables de los daños ocasionados y que ocurrirán en el futuro?

Arnaldo Grosvald

[email protected]



Evidencias que duelen

Los exagerados elogios a sus propias gestiones en los habituales discursos de algunos gobernantes y funcionarios; esa humana y maldita costumbre de querer ser los mejores y, si es posible, los únicos. Los lleva al grotesco carnaval del autobombo. Los soberbios tienen una actitud de arrogancia, se autocalifican en sus hechos de grandiosos, con una ilimitada estima de sí mismos, que busca la atención de las personas, con un fin interesado. Dice San Agustín: “La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”. La política del engaño y la mentira no es lo más preocupante; lo peor es que se nos engaña en cosas muy graves; sin que nos demos cuenta, cada día tenemos menos derechos, vivimos más inseguros; la pobreza y el hambre aumentan para el más necesitado e indigente; la sanidad no funciona como debiera; la educación es cada vez más deficiente; por no hablar de las macabras y repugnantes noticias sobre los casos de corrupción, ejecutados impunemente por personajes de guantes blancos, de aquellos que todos los días nos dicen que tienen la conciencia tranquila, y que sin embargo dan lugar a hechos catastróficos como los que hoy se sufren. Los desastres naturales como estas inundaciones por grandes tormentas, traen consecuencias devastadoras para la gente de menores recursos; enfermedades y muertes de inocentes, aquellos que hoy tienen el agua hasta el cuello y que perdieron lo poco que tenían, y sólo les quedan lágrimas; mientras los candidatos se promocionan sonriendo en grandes y costosos letreros, promocionando obras que no se hicieron o se construyeron en forma deficiente e irresponsable. Evaluar críticamente el comportamiento de los actores estatales o privados cuya responsabilidad en el desastre de las inundaciones es insoslayable. Estas dejaron daños severos en la infraestructura social, muchas personas perdieron todos sus bienes, pero más lamentable que la destrucción material es la pérdida de vida humana y la desesperanza de la gente. El pueblo otra vez crucificado con estas terribles realidades, mientras la insensibilidad y la mala conciencia de los seres humanos conviven indecorosamente con las catástrofes.

Pablo José Giunta

[email protected]


Arboricidio

“Bárbaros... las ideas no se matan”. Atribuida a Sarmiento esta frase calza perfecta para parafrasear: Bárbaros, los árboles no se matan. Ni siquiera para hacer lo que dicen que harán: un “shopping” a cielo abierto. Menos en este Tucumán desguarnecido de verdes altos con su oxigenación y sombra bienhechores.

Carlos Duguech

[email protected]


Monseñor Witte

Es difícil hacer una sencilla semblanza, tras la irreparable pérdida, de un ser humano como el ex obispo oblato y emérito de la Perla del Sur, monseñor Bernardo Witte. Sus 45 años en la Argentina lo mostraron como una persona de trato bondadoso, que con ejemplos sencillos, enseñaba a resolver los problemas de la vida diaria. Fue un ejemplo de vida, estimuló y acrecentó la fe en todos sus feligreses. Se movilizaba en bicicleta o caminando, muy pocas veces en vehículo. Había nacido en Vardingholt (Alemania), el 27 de julio de 1926. Se ordenó sacerdote en 1954, en la congregación de los Oblatos de María Inmaculada, fundada en 1816 en Aix en Provence, Francia. El 2 de octubre de 1955 llegó a la Argentina y comenzó su trabajo en las provincias del Chaco y Formosa. En 1977, el papa Pablo VI lo designó obispo de La Rioja. En 1992, el papa Juan Pablo II lo trasladó a la sede episcopal de Concepción; tras nueve años de ministerio episcopal renunció por su edad el 28 de julio de 2001. Fue recordado en mi ciudad por su humildad, pobreza y entrega a los pobres. En su despedida, dijo: “he combatido el buen combate, he concluido la carrera, he guardado la fe”. Lo conocí porque vino a verme por un problema de salud. Me puse a explicarle en detalle en qué consistía la mesoterapia. Me detuvo y me dijo: “yo no vengo para que me explique, sino para que me aplique el tratamiento”. A partir de ese momento la relación médico-paciente fue desapareciendo y él se convirtió en un par de espiritual de toda mi familia. En nuestro último encuentro en la provincia de Mendoza: “si no volvemos a vernos nos encontraremos en el Paraíso”. Muchas gracias a este diario por permitirme explayar sobre este ser maravilloso que enriqueció mi vida y la de mi familia, así como la de otras personas que lo conocieron. Y lo trataron.

Hugo Radamé Ruiz

Rivadavia 58

Concepción


Cámpora

Se cumplieron 42 años del triunfo electoral de Héctor José Cámpora (26/3/1909-18/12/1980), llamado afectuosamente “El Tío”. Fue un político y odontólogo oriundo de la ciudad bonaerense de Mercedes que llegó a ser presidente de la Nación. Presidió la Cámara de Diputados entre 1946 y 1952. Tras la muerte de Evita, sectores reaccionarios y nacionalistas desplazaron a los moderados e izquierdistas, tanto en el Estado como en el entorno del presidente Perón y Cámpora se alejó. En 1971 fue designado delegado personal de Juan Domingo Perón. En tal carácter, llevó a cabo con éxito el plan de Perón para el retorno al poder en 1973, tras el fracaso de la Revolución Argentina y con la apertura que proponía el entonces presidente, el general Alejandro Agustín Lanusse. Este buscaba una concertación cívico militar que integrara al pueblo y a las masas peronistas con las Fuerzas Armadas, en un gobierno conducido por militares, idea que llevaba el nombre de Gran Acuerdo Nacional (GAN), lo cual no prosperó. Cámpora trabajó duramente y logró todos los objetivos que allanaron las condiciones para el retorno triunfal del peronismo y de Perón a la legalidad y a la escena política. Reorganizó el movimiento, creando la rama juvenil (que representaba el creciente peso de la izquierda peronista, en particular la organización político-militar Montoneros) y logrando la afiliación masiva en todos los sectores. Logró acuerdos con otros partidos políticos más pequeños, para llevar el Frente Justicialista de Liberación Nacional (FreJuLi) a los comicios; aceitó acuerdos con el sector empresario, a través de la Confederación General Económica, dirigida por José Ber Gelbard. Además, logró el primer retorno de Perón en 17 años con total éxito. Cámpora se presentó en las elecciones de marzo de 1973 como candidato a presidente por el FreJuLi, dado que una proscripción impuesta por Lanusse se lo prohibía a Perón. Ganó las elecciones con más del 49.5% de los votos. El líder radical, Ricardo Balbín, había salido segundo con un 21,3%, y, como el FreJuLi no había obtenido más del 50% de los votos, tenía derecho al ballotage. Sin embargo, renunció a su derecho y reconoció la victoria de Cámpora. Asumió el 25 de mayo de 1973, dándose así por finalizado el período dictatorial de la autoproclamada Revolución Argentina. Su cercanía con la izquierda peronista lo enfrentó con la derecha partidaria, representada por lo general por los líderes sindicales. El 20 de junio de 1973, al regresar Perón al país, tiene lugar la llamada masacre de Ezeiza, un brutal enfrentamiento entre ambas alas del peronismo, que se disparaban con armas de fuego por el control del palco. Finalmente, el 13 de julio de 1973 y habiéndole retirado Perón el apoyo a su gobierno, Cámpora renunció a su cargo para permitir la realización de nuevas elecciones, donde habría de ganar Perón con más del 60% de los votos. Al asumir, lo nombró embajador en México. Luego del golpe de Estado de 1976, debió refugiarse en la embajada de México en la Ciudad de Buenos Aires, donde hubo de permanecer por más de tres años. Finalmente se le permitió volar a México, donde murió. Justo homenaje a este hombre, que hizo posible con su trabajo el retorno de la democracia a nuestro país.

Carlos A. Drube

Avenida San Martin 51

San Pablo


Inteligencia

Respecto de la palabra inteligencia (cartas del 11/3 y 12/3), quería hacer este aporte, sin ánimo de entrar en polémica. Diccionario latín-español en mano: interlegere significa escoger, entresacar. En un viejo y polvoriento libro de la colección Breviarios del Fondo de Cultura Económica (México, 1953), heredado de una cuñada que estudiaba filosofía, hay un párrafo en el que se dice que la palabra en cuestión deriva de la latina intellegere. Y se agrega: “Originalmente, ‘recolectar de entre’ significaba recolectar el buen grano de entre la maleza y abarcaba los siguientes actos: percibir el grano, diferenciar el grano de la cizaña, seleccionar el bueno y establecer relaciones mediante la selección”. Muchas palabras que hoy utilizamos para expresar quizás abstrusos conceptos tienen su modesto origen en los quehaceres de la vida cotidiana ligados a la subsistencia. Bien dice el viejo refrán: primero vivir, después filosofar.

José E. Santillán

Lizondo Borda 1.137

San Miguel de Tucumán

Comentarios