Bailar es como dialogar con el otro

Bailar es como dialogar con el otro

Dos profesores dicen que no es difícil aprender la danza

11 Diciembre 2014
Este año, el Luna Park aplaudió de pie cuando anunciaron los ganadores del Campeonato Mundial de Tango Escenario: el tucumano Sebastián Acosta junto a la uruguaya Lorena González Catáneo deslumbraron a público y jurado con un tango de Fresedo.

En Tucumán crece cada vez más la movida tanguera. Y son los jóvenes los que se acercan al tango, no solo en la danza sino también en la música que se animan a tocar. “Tanto los bailarines como los músicos hemos comenzado a construir un camino conjunto por el tango en la provincia”. Lo dice Joaquín Alejandro González (24 años) que estudia la carrera de Danza Contemporánea en la Facultad de Artes de la UNT. Junto a Gabriela dos Santos (31), docente en Educación Plástica, forman pareja de danza (foto) y enseñan a bailar el ritmo del dos por cuatro en José Colombres al 100.

En la capital hay prácticas de tango y milongas toda la semana: de martes a domingos hay lugares donde ir a bailar y por ello los bailarines proveyeron una lista del circuito tanguero fijo (ver “Espacios...”) pero además cada tanto surgen nuevas milongas. “Estimamos que alrededor de 80 personas se acercan a bailar por los diferentes lugares. Los bailarines varían dependiendo del día, la hora, el lugar, la organización o si hay artistas invitados”, informa Dos Santos.

Los profesores dicen que no es difícil aprender a bailar tango: “requiere de práctica y paciencia, de conexión con el otro y de mucha escucha, no solo de la música sino también de la escucha corporal, para poder percibir las necesidades del otro”. “Bailar el tango es como dialogar”, destacan.

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