Atlético Concepción derrotó a Talleres y es escolta en la zona 13

Atlético Concepción derrotó a Talleres y es escolta en la zona 13

El "León" ganó y se acerca.

ME LA LLEVO. Domínguez, de Atlético Concepción, intenta eludir la marca de Morales, defensor de Talleres, de Frías. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso ME LA LLEVO. Domínguez, de Atlético Concepción, intenta eludir la marca de Morales, defensor de Talleres, de Frías. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
29 Septiembre 2014
El partido era flojo. Se jugaban 36 minutos de la primera parte y como estaban las acciones el parcial parecía encaminarse indefectiblemente al 0 a 0. Pero apareció Diego Véliz en el área chica contraria para peinar un balón que terminó rompiendo la pasividad del marcador y dándole la merecida ventaja a un Atlético Concepción que fue más audaz que el mezquino Talleres de Frías.

Con el resultado a su favor, el local fue por más, pero no lo consiguió porque falló en la puntada final, y también porque la visita, dolida, se tiró atrás a esperar alguna contra que nunca llegó.

En la segunda parte, por convicción, los “leones” se vieron obligados a adelantarse más en el terreno. Presionaron y, por momentos, arrinconaron a los santiagueños contra su arco. Le costó llegar al gol, pero la insistencia tuvo su fruto sobre el final, tras una pase en profundidad de Marcelo Domínguez a Diego Villafañe.

El arquero César Nieva salió con el propósito de atorar al delantero, pero éste logró rematar. La pelota pegó en el palo izquierdo y después en el cuerpo del arquero para luego ingresar lentamente al arco: 2 a 0 y sonrisa para los “albicelestes” que, pese a la muy buena victoria, sufrieron la baja de Miguel Coronel. Se fracturó la muñeca izquierda tras chocar con Mauricio Díaz Pinto.

Y como no podía faltar, lo lamentable de la jornada llegó desde la tribuna que da hacia la calle Estoquin. En ese sector se generaron enfrentamientos entre barras.

El árbitro Juan Luján detuvo las acciones y el partido estuvo interrumpido durante 8 minutos. Una lástima. Ni en un buen día, el “león” está tranquilo.

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