El fútbol despuésde Grondona
18 Agosto 2014
La muerte de Julio Grondona abrió varios interrogantes sobre el futuro del fútbol argentino. Aquellos que cuestionaron con dureza el estilo de conducción del máximo dirigente en los últimos años, esperan un cambio profundo tanto en el manejo y distribución de fondos como en las competencias nacionales. Los que crecieron bajo la sombra de “Don Julio”, en cambio, son más moderados y pretenden seguir la senda marcada por el hombre que estuvo al frente de la institución durante más de tres décadas.

No será sencillo dar un giro de 180 grados en poco tiempo. Durante muchos años Grondona manejó todo a su antojo. El decía lo que estaba bien y lo que estaba mal. El resto obedecía y seguía sus pasos. Los millonarios contratos televisivos eran negociados personalmente. Su estilo transformó al resto de los dirigentes en “grondonadependientes” y no hubo tiempo para formar un sucesor al trono. Encontrar otro como él es imposible. Los oficialistas lograron “patear” los cambios profundos para más adelante mientras rearman las tropas para pelear en las elecciones del próximo año.

La primera decisión de la nueva conducción liderada por Luis Segura fue cumplir con el último deseo de Grondona: designaron a Gerardo Martino como entrenador de la Selección, aunque a costa de algunas decisiones que posiblemente “Don Julio” hubiese intentado negociar.

El fútbol argentino tiene muchas cuentas pendiente que deberán resolverse en el corto y mediano plazo. La violencia en los estadios es un mal que parece no tener remedio desde hace muchos. Este fin de semana murió un hincha de Nueva Chicago en medio de una disputa interna entre sectores de la barra. Es la tercera víctima fatal de 2014, que en la lista general aparece con el número 289. La receta de estadios sin hinchas visitantes fue inútil.

La situación económica de los clubes es otro punto en la agenda de la nueva dirigencia. La AFA actuó muchas veces como una financiera que salía al rescate del pésimo manejo dirigencial. Era una arma que Grondona usaba con inteligencia para garantizar su continuidad en el cargo. Las entidades siempre estaban en deuda con él y los directivos sabían que la política interna era clara: favor con favor se paga.

La reestructuración del fútbol debería ir mucho más allá de organizar un certamen de 30 o 32 equipos. Los dirigentes están ante la posibilidad histórica de modernizar la estructura del deporte más importante del país.

Una de las materias pendientes es, sin lugar a dudas, revisar la función del Consejo Federal, cuerpo que supuestamente deberían representar y pelear por los clubes del interior del país. Pero, paradójicamente, sus actuales dirigentes lo que menos hacen es atender los problemas de las entidades. Por ejemplo, decidieron el formato del Argentino A sin ningún tipo de consulta. Esa situación generó malestar y la cada vez más fuerte necesidad de que el interior participe activamente en la organización del certamen y la confección de los reglamentos como lo hacen las mesas de la B Nacional, Primera B y Primera C.

También es hora de definir si los clubes del interior pertenecen o no a la AFA. Si el análisis es positivo, debería borrarse de una vez por todo el insólito nombre de club indirectamente afiliado, como ocurre actualmente.

El fútbol argentino inició la era post Grondona. Demostrar que sin él la AFA pude funcionar mejor, es el desafío.

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