Una Babel de mil banderas y pura pasión futbolera

Una Babel de mil banderas y pura pasión futbolera

El inicio del Mundial coincide con el desembarco de hinchas de todas las latitudes.

LA GACETA / FOTO DE GUILLERMO MONTI LA GACETA / FOTO DE GUILLERMO MONTI
13 Junio 2014
BELO HORIZONTE.- (De nuestro enviado especial Guillermo Monti) El inicio del Mundial coincide con el desembarco de hinchas de todas las latitudes. Aparecen colores que combinan con el dominante amarillo de los anfitriones, idiomas que se mezclan con el portugués, otras camisetas, otros acentos. Ayer fue el turno de los locales y de los entusiastas  croatas, invitados a la fiesta de apertura y perjudicados por el árbitro japonés del que habla todo el planeta fútbol. El resto de las hinchadas copará desde hoy los estadios que albergan la Copa del Mundo.

“¿Cuál es el equipo más popular de Colombia?” La pregunta pretende fomentar la controversia entre la banda de cafeteros que pasea por Belo Horizonte. “Nacional”, se anticipan dos oriundos de Medellín. “No, Millonarios”, le retrucan. En el acto se trenzan en una discusión que seguramente es permanente, pero cuando aparece la bandera que unifica a todos se terminan los estiletazos verbales. Es el momento de calzarse orgullamente los gorros amarillos, rojos y azules y gritar juntos “¡Colombia!” Los cafeteros debutarán mañana contra Grecia, en el estadio Mineirao. A propósito, ¿dónde están los griegos? Todavía no se los vio por Minas Gerais. A no ser que bajen del Olimpo minutos antes del partido…

“Chile puede llegar lejos. Muy lejos. Y vamos a terminar primeros en el grupo”. A Claudio Torres, recién llegado desde La Serena, le sobra confianza. “Tenemos a Vidal, que es el alma del equipo. Ojalá que se ponga 10 puntos en lo físico”, añade. ¿Puede llegar tan lejos Chile? “Sin dudas, ya van a ver”, recalca Fabián Castro. Él es ingeniero civil, vive en Arica y luce la camiseta de Universidad Católica. A la hora de la foto se les suma una garota. ¿Quién será?

Sascha, Andree, Tobias y Malte son de Hamburgo y aprovecharon la invitación de un amigo mineiro para descubrir Belo Horizonte. Están felices, pero no hay tiempo para mucho más: en las próximas horas un avión los trasladará a Salvador, donde Alemania debutará contra Portugal. “¿Sos de Argentina? ¿Te acordás del 4 a 0”, chicanea Sascha. Junto a ellos se mueven dos austríacos, Rainer y Valentin. Que su seleccionado no esté clasificado para el Mundial no les impide disfrutar la fiesta. Claro que jamás harán barra por los alemanes, sus archirrivales. Sólo acceden a juntarse para la foto y para deslizar el pronóstico: Brasil será campeón.

Si de optimismo se trata, Ricardo Garro y su papá, Daniel, les sacan varios cuerpos al resto. Costa Rica cayó en un grupo mortal y nadie arriesga dos centavos por su suerte contra Uruguay, Inglaterra e Italia. “Tenemos fe y venimos a dar la sorpresa”, enfatizan agitando la bandera nacional. Ambos son ingenieros, residen en la localidad de Cartago y los acompaña Juan Ruiz, cuñado de Daniel.

Un aplauso para Carlos López. No serán muchos los guatemaltecos que pasearán su bandera celeste y blanca por los estadios del Mundial. “Me apasiona el fútbol y decidí venir a apoyar a Colombia”, destaca Carlos. “¿Y qué pasa que tu país no despega?” “A nadie le interesa trabajar con las divisiones inferiores”, rezonga. “¿Te imaginás a Guatemala en un Mundial?” “Uuuuhh, me muero”.

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