Tucumán está expuesto ante los delitos virtuales

Tucumán está expuesto ante los delitos virtuales

El avance de la tecnología y el creciente acceso que tienen los niños y adolescentes a dispositivos que permiten una comunicación fluida sin mayores controles, los pone en riesgo de enfrentar el acoso de sujetos que los psicólogos definen como perversos. Argentina no cuenta con la tecnología para prever este tipo de delitos

ATRAPADO. Un hombre de 30 años fue detenido hace unos días en Villa Amalia por acosar sexualmente a niñas a través de “Whatsapp”. ARCHIVO ATRAPADO. Un hombre de 30 años fue detenido hace unos días en Villa Amalia por acosar sexualmente a niñas a través de “Whatsapp”. ARCHIVO
25 Mayo 2014
Acá no puede pasar. Ese, es el principal riesgo sobre el cual advirtió el comisario César Agüero cuando comenzó la entrevista que este diario le realizó para analizar los riesgos a los que están expuestos los adolescentes y niños que entran en contacto con la web. 

“Pensar que Tucumán, por estar tan alejada de las grandes urbes, es una ciudad exenta de los delitos informáticos es un error”, remarcó el director de la división de Delitos Telemáticos de la Policía. Y la prueba que sostiene sus palabras es el allanamiento que se realizó el miércoles en Villa Amalia en el que detuvieron a J.C.G, un hombre de 30 años que está acusado de acosar y enviar fotos de sus partes íntimas a dos niñas de 12 y 13 años.

Los delitos informáticos en Argentina no tienen una larga data y recién en 2006 el Congreso de la Nación legisló una norma (la Ley 26.388) para castigar a las personas que incurren en este tipo de delitos. Aún así, Agüero considera que es complejo detectar y atrapar a este nuevo tipo de delincuentes. “El acoso en el medio virtual es difícil de detectar y requiere de equipamiento específico. Es por eso que en el operativo de esta semana trabajamos en conjunto con la Policía Federal que aportó los equipos que necesitábamos para detener a este sujeto”, continuó.

En este marco, el uniformado también señaló que las penas que reciben los acusados, en caso de llegar a un juicio oral, son demasiado bajas. “La legislación con la que estamos trabajando es demasiado garantista. La condena más alta que recibe un acosador virtual es de cuatro años. A menos que se pueda probar que incurrió en otros delitos como ser la corrupción de menores que tiene penas más duras”, remarcó. A su vez, explicó que una de las tácticas de acoso más usadas por estos sujetos es contactar a grupos de menores simulando tener su misma edad. Y, cuando logra ganarse su confianza, comienza a buscar que le envíen fotografías y mensajes obscenos para después poder extorsionarlos. Pero este delito también devela falencias en los organismos del Estado.

En este sentido, fuentes de Gendarmería Nacional que trabajan en conjunto con la Justicia Federal revelaron a LA GACETA que los organismos de Inteligencia de la Nación no cuentan con el equipamiento necesario para investigar este tipo de delitos. “Las causas que trabajamos en el país siempre vienen de organismos internacionales como, por ejemplo, Interpol. Esto sucede porque son ellos quienes detectan, refiriéndome sólo a este tipo de casos, el tráfico de pornografía infantil en internet porque cuentan con el equipamiento necesario para hacerlo”, aseveró la fuente consultada. En este sentido, señaló que cuando las investigadores de las distintas fuerzas públicas advierten a la Justicia sobre presuntos delitos vinculados con la tecnología, los organismos no cuentan con los medios para actuar con la celeridad necesaria para estos casos. “Con la tecnología con la que contamos, se hace muy difícil trabajar. Porque no es sólo la desactualización técnica la que nos afecta, sino que también necesitamos tener el personal técnico especializado en hacer este trabajo. Además hay investigadores que son especialistas en otro tipo de áreas y no necesariamente en los rastreos que requieren tecnología”, advirtió. Aún así, dijo que Argentina no es un país vulnerable ante las amenazas informáticas de las que son blanco otros gobiernos.

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