A la ola de calor hay que encararla con mucha agua y persianas cerradas

Hidratarse
¿Quiénes necesitan más agua?

Lo primero que hay que saber es que en ésta época no hay que esperar a tener sensación de sed para recién tomar agua. “La sed no es un buen indicador, porque es un estímulo tardío que aparece una vez que la persona ya está levemente deshidratada”, señaló Luciano Spena, directivo de la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (Aadynd). El primer líquido que debe abundar en la heladera es el agua fresca y también puede haber jugos de frutas (naranjas, limones). Incluso el té frío es bueno. Las gaseosas y los jugos sintéticos sirven, pero no hidratan como los anteriores. Según la edad de las personas varían las necesidades de líquido. Las embarazadas, los bebés y los niños necesitan más que otros. Durante el embarazo y la lactancia las mujeres necesitan más agua porque la necesitan para producir la leche y porque sienten más calor del normal. Los niños tienden a transpirar mucho porque realizan más actividades físicas que los adultos. Mientras están jugando no hay que dejar de ofrecerles agua. Los bebés lactantes se hidratan a través de la leche materna. Esto previene diarreas y vómitos, que a veces se producen por el calor y la deshidratación.

Las plantas
¿Cómo recuperarlas y que especies soportan mejor el sol y el calor?

Más de uno habrá lamentado en lo que va del verano la muerte y resecamiento de sus plantas. Posiblemente, muchos de los que volvieron de las vacaciones ahora estarán mirando sin esperanzas esas macetas que con tanto amor cuidaron durante el año. No todo está perdido. Si el tallo tiene vida, entonces todavía hay posibilidades. “Las plantas que son de sol no deberían resercarse. La clave es el agua”, explicó Susana, de vivero El Cristo. Regar no es el mero acto de rociar la planta. El líquido debe ser suficiente y penetrar hasta la raíz. “En lo posible no hay que mojar la hoja porque con la acción del sol le sucederá lo mismo que cuando uno asienta una plancha sobre una prenda mojada”, añadió. Lo primero es darle agua y luego sacar las hojas marchitas para que aparezcan nuevos brotes. El verano es una buena época para fertilizar, porque los líquidos actúan con el calor. En caso de que haya que plantar, entonces, hay buenas plantas que soportan el calor y el sol. Ericas, vincas, copetes, torenias y zefirantus son las que se consiguen durante el verano y que dan buenos resultados. Algunas tienen flores y son muy ornamentales.

En la casa
¿Cómo mantener un ambiente fresco?

Lo mejor es impedir que el calor llegue a los vidrios de las ventanas. Por eso se recomienda tener persianas o toldos. Una buena protección exterior puede reducir el calor que entra en la casa hasta un 80%. Mantener las luces apagadas y, por supuesto, no prender hornos ni cocinas.

Alertas
¿Cómo reconocer un golpe de calor?

El Ministerio de Salud de la Nación publicó los siguientes síntomas:

- Sed intensa y sequedad en la boca.

- Temperatura mayor a 39º .

- Sudoración excesiva.

- Sensación de sofocación.

- Piel seca.

- Agotamiento o debilidad.

- Mareos o desmayos.

- Vértigo y calambres .

- Agitación.

- Falta de apetito, náuseas o vómitos.

- Dolores de cabeza.

- Estado de confusión, desorientación, delirio.

Alimentos
¿Qué pasa si se corta la luz?

“Los alimentos que primero se descomponen son los que poseen grasas (mantecas, cremas, mayonesas), porque permiten el crecimiento bacteriano”, explicó José Assa, presidente del colegio de Bioquímicos. Lo que se recomienda, si no hay luz, es no abrir las heladeras, salvo que sea imposible evitarlo. También se pueden pasar algunos de estos alimentos al freezer para que se mantengan por más tiempo.

Los remedios que necesitan frío deben conservarse entre los 4 y 8°. “Si pierden la cadena de frío no van a ocasionar diarreas ni vómitos; lo que van a perder son sus principios activos. No van a servir”, explicó el profesional.

Se calcula que con la heladera cerrada el medicamento aguanta hasta tres horas, no más que eso.