El paisaje fue el disparador. Estar tan cerca de los cerros, del río. Cuando José Luis Robledo salía a caminar por los rincones más naturales de Concepción, imaginaba la casa de sus sueños. Pero no pensaba en una vivienda en el medio de la nada, sino en un country. No le parecía loco que en su ciudad, alguna vez, llegara este tipo de vida en barrios privados. Una década después, ve cómo de a poco va realizándose su deseo de vivir en una urbanización cerrada.
Las Marías del Nevado, ubicado en el extremo oeste de la ciudad - por la calle San Martín al 3.800- es uno de los dos proyectos que ya van tomando forma en el sur de la provincia. El otro es el Country La Corona Golf Club, ubicado a pocos metros del ingenio La Corona.
La inquietud
Concepción no es una enorme ciudad, está rodeada de paisajes naturales y por sus calles no son muchos los que “viven a mil”. Entonces, la pregunta que da vueltas es: ¿por qué vivir en un country?
“Es una ciudad con alma de pueblo, pero que crece día a día. La inseguridad también aumenta, al igual que en todo el sur. Y un country representa para muchas familias la mejor manera de escaparle a ese peligro”, resume el arquitecto Miguel Abboud.
“Además del entorno natural, me sedujo la libertad que te da un country: vivir relajado, sin puertas cerradas, sin preocupaciones por la seguridad”, dice Robledo, mientras extiende sus brazos y después los flexiona y pone las manos en la nuca. La casa de José Luis está casi lista. Mira a los albañiles trabajando en su vivienda y sus ojos se iluminan. Cuenta que fue uno de los ideó el country Las Marías del Nevado, cuando formaba parte de la empresa Constructora del Nevado SRL. Después se alejó de la firma.
Paisaje tentador
En el fondo aparecen las cumbres de los Nevados del Aconquija. Hay vegetación autóctona y cerquita, a pocos metros, pasa el río Chirimayo. “Esto no es un gran country ni tampoco un pequeño barrio privado. Yo diría que está en el medio de las dos opciones”, resalta Robledo, antes de describir que en el predio se prevé la construcción de unas 60 residencias, con terrenos que rondan los 600 metros cuadrados. “El country planea tener todos los espacios comunes típicos: Club House, gimnasio, canchas de fútbol y de padel”, adelanta. Y también señala que las expensas son menos costosas que las de un country de otra localidad tucumana.
Las Marías del Nevado tiene una avenida principal. Ya hay dos casas listas y habitadas, y otras seis en construcción. La mayoría de las viviendas tiene un estilo campo moderno, al igual que el portal de acceso al predio.
A Mariana (31 años, casada, un hijo) la convencieron de ir a vivir al country por el precio (“son terrenos accesibles”, describe), la vigilancia permanente que tendrá en su casa y los espacios para hacer deportes. Le preocupaba la posibilidad de perder intimidad. Pero le dio para adelante. En pocos meses será una nueva vecina del barrio. “Concepción ha dejado de ser una ciudad para vivir relajada, con la casa abierta. Sueño con recuperar esa tranquilidad. Además, me atrae la idea de hacer vida sana y compartir con vecinos algunos lugares comunes”, cuenta.
Con cancha de golf
El otro country nació para aprovechar la histórica cancha de Golf ubicada muy cerca del ingenio La Corona. Es un terreno de 40 hectáreas, con algunas casas que ya existían, que fueron recicladas y que ahora forman parte de esta urbanización cerrada, comentó el arquitecto Miguel de la Cruz Grandi, socio gerente de la empresa constructora Grandi.
Las carretas van y vienen dentro de este country, en el que todavía no vive nadie. Se prevé que se construirán unas 160 viviendas. En el corazón del predio está la cancha de golf, que fue inaugurada en 1930. También hay un Club House, quincho, un lugar para eventos, pileta y cancha de tenis.
“Este proyecto está naciendo. Ya se observa un creciente interés de los vecinos: les atrae la opción del country por una cuestión de seguridad y de ordenamiento que en otros barrios abiertos no existe”, explica Grandi.
Sergio Ramírez y su futura esposa, Luciana, caminaban por la zona del ingenio La Corona y se toparon con el cartel del country. Les llamó la atención. Lo vieron como una oportunidad. “No está mala la idea. Yo me crié en Concepción, con la puerta de casa siempre abierta. Pero es obvio que mis hijos ya no podrán hacerlo”, analiza Sergio, comerciante de la “Perla del Sur”. Y se lleva anotados los datos del emprendimiento para estudiar en profundo los costos, los pro y los contra de este tipo de urbanización que -por ahora- más que nada sorprende a los concepcionenses.