09 Diciembre 2013
PRUEBA I. Un simpatizante, que pidió que no se retratara su rostro, muestra los impactos de perdigones que recibió.
- ¿Viste cómo le pegué al que se había caído?
- ¿En serio? Jajajaj... Que se c... ese c...
Para cualquiera ese sería un diálogo entre dos violentos. Nadie se imaginaría que esa fue parte de la charla que mantuvieron a los gritos dos policías del cuerpo de Infantería que acababa de reprimir a los hinchas de Atlético. Y menos aún que esos mismos hombres, ya instalados en la zona de los vestuarios, sonreían burlonamente a todos aquellos hinchas que les recriminaron su accionar.
Los incidentes se registraron después de haber finalizado el encuentro. En la zona de plateas los uniformados dispararon a diestra y siniestra balas de gomas para dispersar a los revoltosos. Las versiones sobre cómo comenzaron los incidentes son diferentes.
Los barras aseguran que fueron atacados cuando ellos intentaron calmar a los policías que golpeaban a un grupo de hinchas de tribuna Laprida que habían ingresado al campo para pedirles una camiseta a los jugadores.
Voceros de la Policía dieron a entender que los incidentes se habrían generado como una cortina para evitar que detuvieran a Jorge “Jazo” Acevedo, uno de los referentes de La Inimitable que se encuentra prófugo de la Justicia. La versión oficial se dará a conocer hoy, cuando Seguridad Deportiva reciba los informes del personal que intervino en el operativo.
Sin embargo, los directivos manejan otra versión sobre cómo se desencadenaron los hechos y que concuerda con lo que observó LG Deportiva. Hinchas comunes, sin razón alguna, arrojaron hielazos a un grupo de uniformados. Estos reaccionaron y fueron a buscar a los aproximadamente siete jóvenes que los habían agredido.
Lograron a atrapar a uno de ellos y, cuando estaba totalmente reducido en el sueldo, fue castigados por unos seis o siete uniformados y después trasladado en una ambulancia. Esa escena fue presenciada por los miembros de la barra que intentaron calmar los ánimos con gritos. Pero jamás se imaginaron que serían reprimidos con una andanada de disparos de balas de goma.
Lo grave del caso es que dispararon los proyectiles cuando la gente abandonaba el Monumental, en el sector del hall central del estadio. Los estallidos de las armas de los uniformados fueron constantes durante varios minutos. Eso enardeció aún más a los simpatizantes que fueron alcanzados sin tener nada que ver. Por ejemplo, Ulises Contar, jugador de básquet de Atlético, fue alcanzado por las balas de goma. El reclamo de los fanáticos se extendió durante al menos una hora después de haber finalizado el encuentro.
No se informó de personas detenidas ni cuál fue la suerte del joven agredido por policías. Sí se confirmó que al menos tres personas fueron atendidas en el Centro de Salud donde les dieron de alta luego de que les extrajeran las balas de goma.
Atlético no merecía tener una despedida así.
- ¿En serio? Jajajaj... Que se c... ese c...
Para cualquiera ese sería un diálogo entre dos violentos. Nadie se imaginaría que esa fue parte de la charla que mantuvieron a los gritos dos policías del cuerpo de Infantería que acababa de reprimir a los hinchas de Atlético. Y menos aún que esos mismos hombres, ya instalados en la zona de los vestuarios, sonreían burlonamente a todos aquellos hinchas que les recriminaron su accionar.
Los incidentes se registraron después de haber finalizado el encuentro. En la zona de plateas los uniformados dispararon a diestra y siniestra balas de gomas para dispersar a los revoltosos. Las versiones sobre cómo comenzaron los incidentes son diferentes.
Los barras aseguran que fueron atacados cuando ellos intentaron calmar a los policías que golpeaban a un grupo de hinchas de tribuna Laprida que habían ingresado al campo para pedirles una camiseta a los jugadores.
Voceros de la Policía dieron a entender que los incidentes se habrían generado como una cortina para evitar que detuvieran a Jorge “Jazo” Acevedo, uno de los referentes de La Inimitable que se encuentra prófugo de la Justicia. La versión oficial se dará a conocer hoy, cuando Seguridad Deportiva reciba los informes del personal que intervino en el operativo.
Sin embargo, los directivos manejan otra versión sobre cómo se desencadenaron los hechos y que concuerda con lo que observó LG Deportiva. Hinchas comunes, sin razón alguna, arrojaron hielazos a un grupo de uniformados. Estos reaccionaron y fueron a buscar a los aproximadamente siete jóvenes que los habían agredido.
Lograron a atrapar a uno de ellos y, cuando estaba totalmente reducido en el sueldo, fue castigados por unos seis o siete uniformados y después trasladado en una ambulancia. Esa escena fue presenciada por los miembros de la barra que intentaron calmar los ánimos con gritos. Pero jamás se imaginaron que serían reprimidos con una andanada de disparos de balas de goma.
Lo grave del caso es que dispararon los proyectiles cuando la gente abandonaba el Monumental, en el sector del hall central del estadio. Los estallidos de las armas de los uniformados fueron constantes durante varios minutos. Eso enardeció aún más a los simpatizantes que fueron alcanzados sin tener nada que ver. Por ejemplo, Ulises Contar, jugador de básquet de Atlético, fue alcanzado por las balas de goma. El reclamo de los fanáticos se extendió durante al menos una hora después de haber finalizado el encuentro.
No se informó de personas detenidas ni cuál fue la suerte del joven agredido por policías. Sí se confirmó que al menos tres personas fueron atendidas en el Centro de Salud donde les dieron de alta luego de que les extrajeran las balas de goma.
Atlético no merecía tener una despedida así.
Temas
Primera Nacional