Con el celular van a la escribanía y después al juicio de divorcio

Con el celular van a la escribanía y después al juicio de divorcio

24 Noviembre 2013
"Es un nuevo detonante, donde comienzan o se comprueban todas las sospechas", dice el investigador privado Daniel Ruiz, experto en pescar parejas infieles. Según él, si antes eran las llamadas "raras" al teléfono fijo, como aquellas reiteradas en las que nadie respondía del otro lado, hoy en día es el celular el "buchón" indiscutible. "Antes solicitaban mis servicios porque veían cambios de comportamiento, que usaban otra ropa, que salían mucho. Hoy porque se ven hablando mucho por celular, porque se mensajean todo el tiempo, porque se esconden para hablar...", informa el especialista.

Algunos investigadores privados van más allá y aseguran que son capaces de "pinchar" un teléfono si el cliente lo solicita... y si tiene dinero para pagarlo, claro está. Pablo (nombre ficticio) es uno de ellos y cuenta que, con los celulares, "se puede hacer de todo". "Podemos convertir al celular en un micrófono móvil que siempre irá con la persona que se quiere seguir, interceptar las llamadas y los mensajes de texto... con plata y tiempo todo se puede hacer", asegura este investigador y reconoce que, muchas veces, estas prácticas están reñidas con la ley.

De todos modos, las pruebas que se puedan colectar "por izquierda" no tienen un peso definitorio en un juicio de divorcio, por ejemplo, y además el damnificado puede denunciar a la persona que paga por este servicio. "Hemos visto casos, por ejemplo, en los que uno de los cónyuges toma el celular del otro, lo lleva a una escribanía y hace redactar un acta notarial en la que consta el contenido de los mensajes que aparecen en el aparato. También aportan, para comprobar el adulterio, grabaciones de conversaciones telefónicas", contó Graciela Valls de Romano Norri, vocal de la Cámara de Familia y Sucesiones y docente en la UNT y en la Unsta.

La letrada explicó que tanto en la doctrina como en la jurisprudencia están muy divididas las opiniones de los magistrados respecto del valor probatorio de este tipo de elementos.

"Las grabaciones de conversaciones o las actas notariales que mencioné al principio pueden ser coadyuvantes de otras pruebas que se presenten en el proceso. De todos modos, ante la dificultad de probar que verdaderamente ha existido el adulterio -para lo cual debe quedar claro que el cónyuge ha mantenido relaciones sexuales con otra persona-, las partes van por las causales más duras y claras, como el abandono, por ejemplo. Con todo, los testigos cercanos a la familia siguen siendo las pruebas que más se utilizan en los divorcios", manifestó.

Tamaño texto
Comentarios
NOTICIAS RELACIONADAS
Comentarios