"Cacho" perdió los brazos pero no las fuerzas de salir adelante

Le gustan que le llamen "Cacho". Con ese apodo. Sin más vueltas. Desde hace más de 40 años es canillita en la misma esquina de siempre: 24 de Septiembre y Alberdi.

A los 11 años sufrió un accidente con una máquina fumigadora. En aquel tiempo, era un niño y solía acompañar a su padre a trabajar en una finca. De repente, en un segundo, sucedió la desgracia y perdió los brazos.

Eran tiempos en que gobernaba Celestino Gelsi en Tucumán. "Cacho" fue trasladado a Buenos Aires, al instituto del Lisiado -dice-, donde le ayudaron a enfrentar el caso y a salir adelante; al principio con prótesis. Con el tiempo aprendió a usar los pies para reemplazar las manos. Asegura que incluso aprendió a manejar un tractor.

A fines de los '60, "Chacho" instaló su quiosco de diarios y revistas. Tenía apenas 18 años, cuando comenzó su propio emprendimiento y nunca más lo abandonó. En barrio Sur todo el mundo lo conoce. Los clientes llegan, saludan, toman el diario, dejan el dinero en una caja y si necesitan vuelto lo retiran, todo bajo la supervisión del canillita.

El Día del Canillita comenzó a festejarse hace 65 años. Cada 7 de noviembre de 1947 se celebra en memoria de la muerte del dramaturgo uruguayo Florencio Sánchez, autor de la obra teatral "Canillita". Ese personaje de ficción era un chico que voceaba diarios por la calle todos los días.