

Hoy, todos los urólogos especialistas lo saben: cuando la enuresis no se trata a tiempo, la enfermedad sigue afectando a quienes están entrando en la edad adulta. Un estudio hecho en España reveló que uno de cada 75 jóvenes de entre 15 y 21 años todavía se hace pis en la cama. Entonces, si tu hijo sigue mojando la cama después de los 6 años, consultá al médico para que inicie el tratamiento adecuado a tiempo.
En nuestro país
"Los datos de España pueden aplicarse en la Argentina, ya que situaciones similares vemos con frecuencia en los consultorios, aunque la consulta de los adolescentes suele llegar por otro tema. Pero la experiencia nos da la posibilidad de establecer un puente comunicacional y de comprensión con los papás, y en algunos casos con los jóvenes. Esto nos permite abordar el problema real que genera una situación de mucha vulnerabilidad para el paciente y su familia", contó la doctora Edurne Ormaechea, uróloga infantil del Hospital Italiano a cargo del Centro de Incontinencia Urinaria y Fecal infantil (Ciufi).
Para conocer cuál es la realidad en la Argentina, Ciufi realizó el estudio "Pis en la Cama", en el que se entrevistó a 100 padres de hijos con enuresis.
La investigación reveló que por lo general los padres no buscan ayuda médica inmediata ante la aparición del problema. La mayoría tiende a minimizarlo creyendo que es un comportamiento sólo emocional (por celos o estrés), o bien consideran que debido a que el niño tiene un sueño muy profundo, no logra despertar para ir al baño.
Del total de padres entrevistados por "Pis en la Cama", el 70,65% tiene un hijo varón que moja la cama y el 29,35 % restante son mujeres. Asimismo, el 66,3% de los entrevistados aseguró que existían en la familia antecedentes de haber mojado la cama. Como la investigación fue on line y anónima, algunos padres se animaron a comentar: "tiene sueño muy profundo, es casi imposible levantarlo durante la noche para que orine…". "Hemos acordado no ir a dormir a casa de amigos hasta que logre el control..." "Pienso que se orina por sueño extremadamente profundo. Antes lo contaba, le sugerí que ya no lo compartiera con pares por temor a su exposición".
Les ponen pañales
Al indagar sobre los hábitos de los padres frente al tema, la doctora Ormaechea señaló que el 30% admitió que levanta a su hijo por la noche para llevarlo al baño, el 21 % no lo hace, el 37 % lo hace a veces, mientras que el 11 % le coloca pañales. "Claramente, este comportamiento permite observar la situación por la que pasan estos papás y los niños, si consideramos que esto sucede cada noche y que no dormir adecuadamente es un desencadenante de situaciones de estrés", agrega la uróloga.
Falta conocimiento
Es así que cuatro de cada cinco padres no consultan por este problema y esperan que su hijo lo supere por sí mismo. De esta manera, recae sobre el niño la responsabilidad de resolverlo, desconociendo que se trata de una enfermedad. Es justamente la falta de conocimiento sobre el tema lo que origina que los padres no consulten con un profesional. Casi un tercio demora en hacer una consulta, normalmente hasta que el niño moja la cama por lo menos cinco veces a la semana.
La enuresis no es simplemente un escape de orina. Como ya se dijo, es una enfermedad que los chicos no pueden controlar. Los urólogos especialistas en el tema coinciden en que es necesario que se produzcan dos o más episodios al mes para comenzar a hablar de enuresis.
El 25% de los padres declaró que sus hijos mojan la cama todos los días, el 21,74% de cinco a siete veces por semana, el 18.48%, más de una vez cada noche y el 17.30%, cuatro veces a la semana. Este problema es más común en el varón que en la niña, y afecta aproximadamente del 10% al 20% de la población infantil de más de 5 años de edad, es decir a más de 550.000 chicos.
Es una enfermedad
Se llama enuresis al hecho de que niños se orinen en la cama. Es una patología que se caracteriza por la micción involuntaria e inconsciente durante el sueño, en niños mayores de 5 años que no sufren ninguna patología o problema neurológico. La mayoría de los niños no controlan sus esfínteres hasta los 2 a 4 años. Aprenden primero el control diurno y luego el nocturno. La última etapa del aprendizaje es no mojarse en la cama. Hay dos tipos de enuresis: la primaria (niños que no logran tener la cama seca durante la noche) y la secundaria (luego de seis meses de cama seca comienzan a mojarla de nuevo).tienen autoestima baja

Afecta el desarrollo de la personalidad
Hacerse pis en la cama repercute en la calidad de vida del niño y en la de su familia. Por eso, padres y niños buscan eludir ciertas situaciones y actividades donde quede expuesto el problema, y de esta manera evitar que el niño se incomode. De ahí que muchos chicos con enuresis no se queden a dormir en casa de sus amigos, no compartan viajes escolares ni campamentos, y hasta les resulte problemático salir de vacaciones con sus padres. "Esto atenta negativamente en el desarrollo integral y saludable del menor. La enuresis genera angustia en la familia y sobre todo en el niño, por eso siente vergüenza, se aísla y evita las actividades sociales para no ser blanco de bromas de amigos. Tienen el autoestima baja en una edad en la que deberían tener intacta la imagen de sí mismos, para lograr el desarrollo óptimo de su personalidad. El primer paso para solucionar la enuresis es consultar con el urólogo o nefrólogo infantil, o con el pediatra, para que evalúe al chico y le de tratamiento", alertó la uróloga Edurne Ormaechea.CONSEJOS

Acostumbralo a que orine antes de ir a la cama
Si tu hijo moja la cama de noche, no esperés a que la situación se normalice con el tiempo. Consultá al médico porque el tratamiento oportuno y consistente ayuda a prevenir el deterioro psicológico del niño. Además, tu hijo tendrá un desarrollo normal. Además, eliminá el reproche, la censura y la penitencia para mejorar su autoestima. No le impongás un sentimiento de culpa o de frustración; tené paciencia y tolerancia e inculcale cariñosamente el hábito de orinar antes de acostarse. También limitale la ingesta de líquidos durante la cena y después de comer.







