Cabrera es un clásico

Cabrera es un clásico

El cordobés vino a acompañar a su amigo "Pigu" en la cruzada solidaria

LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
24 Octubre 2013
Llegó desde su Córdoba natal a media mañana y pronto puso proa hacia La Rinconada. Apenas su figura apareció por el pórtico de entrada a Alpa Sumaj, llegaron los primeros saludos, las palmadas de afecto, y las preguntas que se le hacen a un amigo cuando pasa mucho tiempo de ausencia. Ángel Cabrera es de esos jugadores de golf que, independiente de su palmarés -en este caso de una calidad incuestionable-, se destaca por su bonhomía.

"El Pato" vino a dar una mano solidaria en el torneo "Andrés Romero Invitational", las pilas cargadas por visitar otra vez Tucumán. "Ya ni sé las veces que vine a esta provincia. Lo que sí sé es que cuando puedo vengo, lo disfruto mucho, y mucho más cuando se trata de ayudar a un amigo para que ayude", contó el cordobés a LG Deportiva.

Cabrera recordó que hace rato que transita también el camino de la solidaridad a través de su propia fundación. "Esto comenzó hace seis años. Incluso tengo un torneo en Córdoba, el Cabrera Classic, que este año concretará su quinta edición. Por suerte con los muchachos tenemos la posibilidad de ayudar a la gente que lo necesita y aquí estamos".

El ganador en 2007 del US Open y en 2009 del Masters de Augusta destacó la predisposición de los rentados para sumarse a iniciativas como la que los reunió esta vez en Alpa Sumaj. "La buena onda se siente, se palpa", contó.

Casi sobre finales de su temporada, "El Pato" aseguró sentirse bien en lo físico. "El año fue muy duro, pero resultó positivo para mí. Si bien en estas últimas dos semanas las cosas no han salido como estoy acostumbrado, de ninguna manera esto va a opacar lo que hice en el resto de los meses".

Sus planes a corto plazo los tiene definidos: "me quedan dos semanas más en el PGA Tour. También está por delante el Abierto de la República y mi propio torneo. Después será cuestión de sentarme con mi manager para diagramar lo que será mi temporada 2014".

La serie de torneos profesionales que se organizaron en los últimos tiempos en el país cuentan con el aval de Cabrera. "Está buenísimo que suceda esto. Que haya iniciativas de este tipo es mejor para todos, la competencia siempre representa un soplo de aire fresco, una invitación a estar permanentemente en actividad. Aún más, creo que debería haber más. Yo apoyo estos torneos y siempre que me lo permite la agenda estoy".

El cordobés, seguro, jugará hasta hoy y una vez que termine el fourball verá si seguirá compitiendo mañana y el sábado. Ayer se divirtió en el campo y hasta tuvo el gesto de bromear con unos chicos que le pedían una pelota a la salida del hoyo 15. "En mis épocas de chico, cuando algún jugador hacía eso, nos molíamosa palos para ganarnos una bocha", recordó.

"El Pato" siempre destaca su muy buena amistad con "Pigu". "Nos vemos muy seguido, viajamos juntos buena parte de la temporada, y esa amistad se extiende a su familia, sobre todo con el papá".

Por último, un deseo para el torneo. "Ojalá salga todo bien y que se pueda recaudar lo suficiente para ayudar a los que lo necesitan".

El líder y Monasterio están disfrutando


Jugó desde la mañana y por algunas horas, se convirtió en puntero del torneo. César Monasterio plasmó en el campo todo lo bueno de su golf. Claro que la gran actuación de Sebastián Fernández, que salió a la tarde, lo privó finalmente del lugar de privilegio, Igual, "Okín" no hizo problemas. "Mi clave para jugar en Tucumán se basa en la concentración. Uno aquí está cerca de familiares, amigos, fanáticos, que quieren mostrar su afecto y eso a veces va en desmedro de lo que uno quiere lograr en la cancha. Igual, estoy disfrutando, no solo por jugar en casa, sino por la gran calidad de jugadores que atrajo el torneo y porque el fin solidario que tiene es algo muy fuerte", señaló el tucumano.

¿Qué dijo Fernández? El ganador del Abierto del Norte de 2011 fue pura felicidad: "jugué muy bien todo el día, sobre todo el putter. Aquí me siento como en casa y eso es un punto a favor para mí. ¿El calor? Ni lo sentí, estoy acostumbrado".

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