¿Rebelión en el Sur?

¿Rebelión en el Sur?

Los clubes no aceptan el castigo de jugar en los estadios de la capital y del este.

LE QUIERE DAR UNA MANO. Darío Zamoratte, presidente de la LTF, gestionará fondos para ayudar a los clubes del sur. LE QUIERE DAR UNA MANO. Darío Zamoratte, presidente de la LTF, gestionará fondos para ayudar a los clubes del sur.
18 Julio 2013
La medida no cayó bien. Los clubes del sur de la provincia y que integran la zona 3 del torneo anual están desesperados porque jugarán los partidos del certamen en estadios de la capital o del este de la provincia. Ese fue el remedio que aplicará la Liga Tucumana de Fútbol y el Comité de Seguridad Deportiva de la Policía para frenar la escalada de violencia que se vive. Los directivos de esas entidades no están conformes con la medida y están analizando hasta abandonar la competencia, según le confiaron a LG Deportiva varias fuentes consultadas.

Los dirigentes no quieren hacer declaraciones sobre el tema. Sí confirmaron que hubo llamados para unirse y, en grupo, rechazar de plano el castigo que le aplicaron. Aclaran que ellos quieren acabar con la violencia, pero sostienen que esta no es la herramienta, ya que entienden que los costos que deberán afrontar llevará a la ruinas a sus clubes.

Los directivos, después de enterarse de la novedad, sacaron el lápiz y comenzaron a realizar un presupuesto sobre cuánto dinero necesitarían para jugar fuera de sus estadios. De acuerdo a los números que manejan de transporte deberán desembolsar entre $ 2.500 y $ 3.000 para alquilar el micro que traslado a los planteles de Quinta, Reserva y Primera. Como los más chicos juegan a las 12, también tendrán que afrontar el costo del almuerzo para más de 60 personas. Otro tema: varios futbolistas faltarán porque se desempeñan en su trabajo hasta el mediodía.

Además, aún no se aclaró si el equipo que haga de local se tendrá que hacer cargo del alquiler del escenario que utilizarán y del operativo de seguridad, por más que los encuentros se disputen a puertas cerradas.

"Tenemos la sensación de que no se está midiendo con la misma vara. Los castigos no son los mismos para todos. Lo aceptamos porque queremos parar la violencia, pero adelantamos que tendremos serios problemas económicos y varios no podrán presentarse", comentó Nicolás Saracho, presidente de Jorge Newbery. Carlos Benítez, titular de Graneros fue más categórico: "estamos peleando por el descenso y esta sanción nos llega en el peor momento. No podemos distraer esfuerzos en cuestiones como estas. No tenemos los recursos necesarios y por eso no nos quedará otra que abandonar la competencia". Darío Zamoratte, presidente de la LTF, desde Buenos Aires, insistió en que no se dará marcha atrás en la decisión. "Pensamos que esto es lo mejor que se puede hacer para acabar con esta locura. Esto recién comienza, tomamos esta decisión y ahora nos tendremos que dedicar a conseguir los fondos para que los clubes no sufran tanto. Veremos cómo los podemos ayudar", destacó. ¿Será suficiente para que llegue la calma?


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