La violencia no da tregua en el fútbol

La violencia no da tregua en el fútbol

17 Julio 2013
Está presente en la calle, el hogar, la escuela, el colegio, estadios deportivos, en la vida cotidiana. La violencia se ha convertido, por cierto, en uno de los principales problemas sociales de los últimos lustros y lejos de atenuarse sigue avanzando. Siempre se asoció al fútbol con una fiesta popular, pero ese espíritu se va evaporando cada vez con más frecuencia en este deporte. El domingo fue una jornada penosa en varias canchas tucumanas. Dejó un saldo de dos heridos; jugadores, dirigentes y un técnico agredidos y una delegación amenazada.

En Lules, los adictos de Almirante Brown le pegaron una pedrada en la cabeza al preparador físico de San Ramón, y agredieron a los jugadores de la Sexta y la Reserva. En Tafí Viejo, los hinchas de Talleres atacaron a jugadores, dirigentes y simpatizantes de San José. En Aguilares, ante la amenaza de la barra de Jorge Newbery, el cuerpo técnico y el plantel de Graneros fueron retirados en vehículos policiales. En Banda del Río Salí, un borracho le pegó a un director técnico y en Monteros, un proyectil arrojado desde la tribuna de Ñuñorco le produjo un corte en la frente al árbitro.

El jefe de Seguridad Deportiva de la Policía dijo que la única alternativa para frenar la violencia es parar los torneos liguistas. "Este fin de semana pasó de todo y justo después de que se decidiera incrementar castigos a los clubes cuyos hinchas o dirigentes cometieran incidentes... Hay que parar la pelota para que todos recapaciten lo que están haciendo", dijo. Mientras que el presidente de la Liga Tucumana de Fútbol señaló que los partidos del sur son los más conflictivos. "Tenemos muchas alternativas. En estos momentos pienso suspender la competencia de ese grupo, ordenarles que jueguen en la capital o en el este, u obligarlos a que disputen todos los partidos a puertas cerradas", afirmó. El titular del Colegio de Árbitros dijo que "hay algunos directivos de clubes que se encuentran informados por ser actores principales de estos hechos. Además, mientras no se erradiquen las bebidas alcohólicas de los estadios, ninguna gestión que se haga tendrá el eco esperado".

Lo llamativo es que cuando se producen desmanes no suele haber detenidos. En la mayoría de los casos, se sabe la identidad de los agresores; los barras bravas son conocidos por la dirigencia. ¿A quién detuvo la Policía este fin de semana? ¿Alguien fue preso por agresión o por provocar destrozos en lo que va del año? ¿Cómo es posible que la Policía tampoco conozca las caras de los barras bravas?

La violencia en las canchas no se produce por generación espontánea. Se sabe hace tiempo que está alimentada por una parte de la dirigencia no sólo deportiva, sino también política. Si está prohibida la venta de bebidas alcohólicas en el estadio y también está vedado el ingreso de individuos en estado de ebriedad, ¿por qué no se ha dado fin a esta situación? El mismo representante del Colegio de Árbitros advirtió que no habrá solución si no se revierte la actitud de algunos dirigentes.

Si el aparato donde se apoyan los violentos no ha sido desmontado, significa que unos ganan y otros pierden. Es necesario un sinceramiento, seguramente entre la dirigencia se conoce quiénes apañan a los revoltosos. Si las partes no se ponen de acuerdo para terminar con esta historia, la violencia no dará tregua y perderán como siempre el fútbol y el hincha que va a buscar una alegría a la cancha y corre el riesgo de perder la vida en el momento menos pensado.

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