Dibujos, esculturas y alambre de púas

Dibujos, esculturas y alambre de púas

Al artista Marcos Figueroa lo seduce el desafío de trabajar con un material hostil. Lo utiliza para plasmar imágenes que se suelen asociar con el amor y la ternura

LA OBRA. El beso de Gilda. 
 LA OBRA. "El beso de Gilda".
20 Junio 2013

La primera vez que usó el alambre de púas en el arte fue en 2007, cuando terminó su segundo decanato de la Facultad de Artes y se reencontró con la producción. Lo hizo para la ambientación "Topografías alteradas" en el espacio La Punta. En la casa que este grupo tiene en Villa Alem, Marcos Figueroa tensó alambre que cruzaba todos los ambientes, a 30 centímetros del suelo.

Más tarde lo llevó al plano y comenzó a trabajar imágenes figurativas, destacando el contraste entre la carga de violencia, de dolor que contiene el alambre, con las escenas de besos de Hollywood, que representan la belleza, el amor, la ternura. Le interesaba acentuar esa oposición. Una de estas imágenes obtuvo el Primer Premio en el reciente Salón Nacional de Dibujo de Tucumán.

Además de dibujar o "pintar" con alambre, Figueroa experimentó la escultura. Presentó en ArteBA 2012 un busto de La Libertad totalmente realizado en alambre de púas, inspirado en el torso de La República que está ornamentando el Salón Blanco de la Casa Rosada.

"La posibilidad de incluir el peligro, el riesgo en el arte, siempre me ha seducido. No concibo el arte como una cuestión apacible, llana, dócil, sino que apunto a un arte que polemice e interrogue, que inquiete, que movilice. El alambre de púas siempre sirvió para separar, encerrar, como en los guetos de Alemania o las alambradas de nuestra pampa. Es un material rebelde y peligroso. Es como trabajar con una fiera. Y eso me gusta", señaló Figueroa, que hoy alterna la producción artística con la docencia en la facultad.

- Una imagen recurrente en una etapa de su obra es la de la oveja y los rebaños.

- Sí. Es la ovejita del pesebre. Está comiendo y tiene una pequeña parcelita de tierra, con su pastito. Una reflexión casi antropológica, una metáfora sobre los individuos y nuestras sociedades. Me interesan los comportamientos de la gente en grupo. Luego de esa etapa comencé a incorporar el alambre de púas como material. Tengo una gran fascinación con él. Ahora estoy trabajando en una nueva serie, donde quiero incorporar el color.

- ¿Cómo inició su producción artística?

- Mi proceso fue largo. He pintado desde siempre. Soy autodidacta. Siempre quise estudiar arte en la facultad, pero por distintos motivos estudié arquitectura. Un momento especial fue en los 80, cuando participo del Grupo Norte en la ambientación que se llamó "Registro". Allí comencé a profesionalizarme como artista, a nutrirme de lo que proponían las nuevas tendencias.

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- ¿En qué etapa se encuentra el arte tucumano?

- Una primera ola es la de 1948 en adelante, en torno a la figura de Lino Spilimbergo, que le da relevancia al Instituto de Arte a nivel nacional. La segunda es en la década de 1960, cuando algunos discípulos de esa escuela empiezan a tener protagonismo en la región. Se suma la figura de Ezequiel Linares y la de Ramos Gucemas, junto con un auge de la actividad cultural, que también es sostenida por una buena política cultural desde el Estado. Y la tercera es la que vivimos desde mediados de los 80 hasta ahora. La reinstauración de la democracia le hizo muy bien al arte y aparece una generación joven que vuelve a poner a Tucumán en un lugar protagónico en el país.

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- ¿Qué es el arte contemporáneo?

- En toda época hubo un arte que expresaba su tiempo. Pero el arte contemporáneo del que hablamos hoy expresa este tiempo, que es muy diferente a todos los anteriores. Hay un cambio de paradigma histórico. Basta con ver qué pasa en la ciencia, en el mapa de la política internacional, con el fenómeno de la globalización, con el multiculturalismo, la aparición de nuevos espacios de poder... Es un mundo complejo. El arte se hace eco de esa complejidad. Ahora las disciplinas (pintura, escultura, grabado, entre muchas otras) conviven con otros lenguajes, como las instalaciones, las ambientaciones, los objetos escultóricos.

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