09 Mayo 2013
SALDO. La pelea provocó varios heridos que tuvieron que ser asistidos por ambulancias. FOTO TOMADA DE RADIOSALTA.COM
Un grupo de vendedores ambulantes de Tucumán, Jujuy y Salta protagonizaron un violento enfrentamiento con la Gendarmería en la terminal de ómnibus de Orán, en Salta, durante un control que efectuó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). La resistencia de quienes adquirieron la mercadería en Bolivia se produjo el último martes, en horas de la tarde, cuando los agentes del organismo llegaron al lugar acompañados por alrededor de 15 efectivos.
De acuerdo al sitio Radiosalta.com, cuando los inspectores solicitaron la documentación sobre el origen de las prendas, constataron que ninguno poseía los comprobantes, por lo que el personal del Escuadrón 20 de la Gendarmería decomisó los bolsones con la mercadería.
En ese moomento, los ambulantes comenzaron a arrojar piedras y obligaron a los efectivos a abandonar el predio. Al verse superados en el número, los gendarmes dispararon balas de goma, mientras los ocasionales transeúntes y automovilistas quedaron atrapados en la batalla camplal. Todo esto sucedió en momentos en que numerosos alumnos de los establecimientos educacionales de la zona retornaban a sus hogares.
Rehenes
En medio del enfrentamiento los ambulantes tomaron como rehenes a tres gendarmes, que fueron encerrados en el baño de la playa de estacionamiento. Cuando los ánimos se calmaron se inició la negociación para su liberación. Para ello, pusieron como condición la devolución de la mercadería secuestrada.
"Nosotros no participamos de los incidentes, pero al ver que la situación se podía agravar le pedí a Gendarmería que cediera al planteo, sobre todo para posibilitar que la persona que estaba herida pudiera ser atendida", dijo Manuel Barrios, presidente de la Cooperativa de Bagayeros de Orán, según Radiosalta.com
Según Barrios el protagonista de los incidentes fue un grupo que explota los tours de compras procedente de Tucumán, con el apoyo de bagayeros de Bermejo, Bolivia. Frente a semejante presión a Gendarmería no le quedó otra alternativa que ceder a las exigencias de los revoltosos y de esa manera los efectivos pudieron ser liberados.
Testigos de los hechos revelaron que hubo heridos de ambos lados, sin embargo las partes no presentaron ninguna denuncia, lo que fue interpretado como un pacto de silencio. El jefe del Escuadrón 20, comandante Carlos Contreras, se excusó de brindar información y pidió a la prensa consultar en la Agrupación VII. Por su parte, el fiscal Bruno decidió tomar cartas en el asunto. LA GACETA
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