El regalito de José

El regalito de José

Gassenbauer deja ver signos de fatiga o de hartazgo. El oficialismo parece más preocupado en armar las listas para diputados que en atender la seguridad. Las alas para el segundo "diputrucho" asustan a "sijosesistas"

El regalito de José
Le robaron nada menos que al fiscal de Estado de la provincia, Jorge Posse Ponessa. Escracharon al ministro de Seguridad Ciudadana de la provincia, Jorge Gassenbauer. El problema no es llamarse Jorge, sino improvisar y tomar decisiones apresuradas o dictadas por los humores de otros.

El gobernador ha construido un castillo de naipes sobre el Ministerio de Seguridad y, siempre, en esta década de gestión, al primer soplido se le vio abajo. En la última oportunidad, no se le derrumbó cuando distintos sectores de la sociedad le advirtieron que algo no andaba bien en la administración de Mario López Herrera. Fue la ira de Susana Trimarco la que definitivamente le bajó el pulgar al ministro. Descolocado y shockeado, sólo se le ocurrió nombrar a su amigo, a su sombra, a su súper ministro y al padre de su principal operador en la Legislatura como nuevo ministro. Desarmó la especie de "jefatura de gabinete" que había armado para Gassenbauer y lo designó a cargo de Seguridad. Han pasado los días y las preocupaciones no se han disipado. Esta semana que ya se despidió dejó su peor huella.

El sonriente jefe de gabinete que se había convertido en el escudero del gobernador perdió hasta los gestos en los últimos días. Habla sin gesticular con tonos monocordes de una seguridad que se desmorona. "Andá hablando con Paul Hofer". Es una de las frases que más se escuchan en el despacho (sigue siendo el de la jefatura de gabinete, nunca se trasladó a Seguridad Ciudadana) de Gassenbauer. Es que este polifuncionario nunca dejó de realizar cada una de las tareas que le fue poniendo en el camino el gobernador y los asesoramientos no alcanzan para el problema que más le preocupa a la sociedad. Aquella frase da la sensación de un ministro sin respuestas o de un ministro cansado, que prefiere dejar en manos del secretario de Seguridad antes que tomar las riendas. No es la única frase que suelen oír los "sijosesistas". "¡Qué regalito me hizo José!". Tampoco es la reflexión de quien se entusiasma con la nueva tarea. Por el contrario, desnuda o deja ver más un hartazgo que un desafío.

Alperovich ha subestimado el manejo de la Policía. Un sector al que nunca le ha encontrado la vuelta y ahora está dando vuelta la simpatía hacia su gestión. "No logramos descifrar por qué José hizo esto. No entendemos si fue un mensaje para Gassenbauer que estaba teniendo demasiado poder en el Gobierno y casi castigarlo o simplemente no tenía a nadie para salir del paso". Cualquiera de las dos hipótesis de este "hipersijosesista" demuestran que la decisión fue equivocada. Los hechos de inseguridad -aunque el Gobierno los quiera ocultar, como en el caso del robo al fiscal de Estado- son goteras que no logran parar y que van herrumbrando la figura de Gassenbauer.

Alperovich, que suele mostrarse como el hombre que todo lo controla en la provincia, tiene además un secretario de Seguridad volante -que no es Hofer, obviamente-, que hace y encarna una política de seguridad paralela. Curiosamente, este legislador que supo tener la bendición de Cristina, de Betty y de José, actualmente se mueve como si nada tuviera que ver con el Gobierno. Así Gerónimo Vargas Aignasse reparte botones antipánico en los barrios ante la mirada de Gassenbauer y, al mismo tiempo, comparte el bloque oficialista que comanda Roque Álvarez en la Legislatura. Demasiado desorden para un área que necesita verticalidad.

"Tucutrucho", uno de los foristas que se asomó a la noticia del robo del fiscal en LA GACETA.com se sinceró diciendo que le gustaba que a los políticos les pasen estas cosas. Esta preocupante y grave frase fue sucedida por la siguiente: "me encantaría más que den una solución a este tema de la inseguridad, antes de estar peleando quién va a ser candidato en octubre". En realidad lo escribió en mayúsculas, que en el idioma de las redes y de los foros implican que está gritando.

Truchos
El gobernador, seguramente, no va escuchar a este anónimo lector, y tal vez tenga razón; pero la verdad es que "Tucutrucho" ha descubierto al mandatario, a quien el armado de la lista, la "re-re reelección" y los comicios de agosto y de octubre lo desvelan tanto o más que la incontrolable inseguridad tucumana.

El mandatario ya ha decidido plebiscitar su gestión y para ello se convertirá en el primer "diputrucho" tucumano al encabezar la lista a diputados. El segundo "diputrucho" será Domingo Amaya, una decisión que a los "sijosesistas" les preocupa. No les gusta que el intendente de la capital empiece a salir y a recorrer toda la provincia. Estaban satisfechos con que el lord mayor estuviera encorsetado por los límites de la capital; pero ahora podría convertirse en una figura provincial, y eso a algunos no les hace gracia, menos aún "al hombre que él inventó". Habiendo cooptado los dos primeros lugares, a Alperovich no le queda más remedio que ceder el tercer lugar a la Nación, que anda provincia por provincia advirtiendo que quiere gente fiel que le asegure votos en el Congreso. En ese caso Stella Maris Córdoba es la segura ocupante de esa postulación. ¿Y la Cámpora? Raúl Ferrazano, actual gerente de la Anses, es uno de los que suena para ocupar algún escalón en la nómina. Otro de los que se suma a la confusión es el mellizo José Orellana, que hoy es legislador provincial. La postulación trucha (testimonial es la forma elegante que utiliza el alperovichismo) les ha dado gran relevancia a los lugares destinados a los suplentes y que seguramente también van a querer digitar desde la Casa Rosada. El fantasma mendocino donde los K no tuvieron el espacio pedido en el armado de las listas está latente y el matrimonio Alperovich no quiere ni que se asome para evitar un nuevo problema en la comarca.

Perdidos en el espacio
El radicalismo, la segunda fuerza política de la provincia, se va desnudando a medida que se acerca el momento de las decisiones. Parece no tener ninguna vocación de poder y se conforma con lo que tiene o con una banca más, pero nada más. El propio presidente de la Unión Cívica Radical, José Cano, reconoce la falta de diálogo dentro de su partido. Sin dudas, no se están mirando a la cara ni diciéndose la verdad. Cada uno de los dirigentes especula con la tajada que puede sacar en las próximas elecciones sin darse cuenta de que octubre 2013 puede ser una plataforma para 2015. Cano y el diputado Luis Sacca apuestan por la reelección de Juan Casañas, proyecto que no termina de convencer a otros dirigentes radicales, que se creen con más derecho a ser candidatos que el diputado de la soja. A los unos y a los otros se les ocurren argumentos para defender su posibilidad de llegar a encabezar una lista para ocupar una banca; a ninguno se le cruza la idea de renunciar o ceder espacios para que su estructura pueda soñar con espacios de poder más trascendentes.

La nariz en todos lados
Alperovich siempre está preocupado por controlar todo. Así como intentó intervenir en los comicios de los magistrados, de los abogados y hasta de la Federación Económica de Tucumán, también andaría metiendo las narices en el Colegio de Graduados de Ciencias Económicas. El 19 del corriente tienen que votar unos 3.000 contadores y ya se empezó a hablar de que uno de los candidatos podría ser uno de los asesores contables de la actividad privada del mandatario. En la sede de 24 de Septiembre al 700 ya hay algunos que están poniendo el grito en el cielo; habrá que ver si tienen los pies en la tierra y la fuerza en las urnas.

El futuro presente
Las que tienen en el grito en la tierra y los pies en el cielo son muchas de las históricas alumnas del EPAM, que son más que un dolor de cabeza para el rector, Juan Cerisola, y para su leal escudero de Extensión Universitaria. Las nuevas instalaciones no han podido seducir a las "jóvenes" que habían encontrado en los talleres de la tercera edad un motivo de vida. Por el contrario, muchas de ellas sienten que las han condenado al riesgo de tener que treparse al puente de avenida Sarmiento sobre las vías del ferrocarril Mitre. "En la UNT nos dicen que han elegido una zona que será el futuro de la ciudad. Ellos no entienden que nuestro futuro es el presente y que en este presente no han tenido en cuenta nuestras necesidades". La universidad y este movimiento de la tercera edad han entrado en un diálogo de sordos donde el respeto se ha convertido en una mala palabra. La subestimación es un nuevo frente para el rector en vísperas electorales.

El oficialismo de Tucumán -sea del distrito que sea o de la institución que sea- se ha subido a la embarcación electoral; pero la economía, la inseguridad y los avasallamientos institucionales han encrespado las aguas al punto de que ni los marineros ni el capitán pueden asegurar un viaje tranquilo hasta las reelecciones.

Comentarios