Atesorar más dólares, esa es la cuestión

Atesorar más dólares, esa es la cuestión

Daniel Sosa, agencia Télam.

30 Diciembre 2012
BUENOS AIRES.- Preservar el uso de las divisas para atender necesidades comerciales y financieras fue el camino que el gobierno nacional profundizó este año para morigerar la fuga de capitales y sostener a la vez los niveles de actividad y de empleo. Frente a este esquema, sustentando en la denominada pesificación, los sectores más ortodoxos pidieron la eliminación inmediata de cualquier límite a las operaciones en dólares, sin tener en cuenta las necesidades operativas de la economía argentina frente al escenario de crisis internacional. Según coinciden analistas privados y funcionarios, alterar fuertemente el tipo de cambio conllevaría una caída de los salarios y las jubilaciones, con la correlativa contracción del consumo interno. Y premiaría en exceso a grandes exportadores, al transferirles ingresos de los sectores populares.

Dentro de las medidas tomadas por el Banco Central se destacó la prohibición de la compraventa de dólares para atesoramiento privado y la pesificación de las operaciones del mercado inmobiliario. "No vamos a convalidar que cada agente económico importante al que le sobra un peso, lo transforme en dólares para gastarlo fuera del país", porque "para mantener ese circuito tenemos que endeudarnos y los que compran dólares representan un 12% de la población, pero la deuda le queda al 100%", definió el ex viceministro de Economía Roberto Feletti. El actual titular de la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja rechazó la posibilidad de "endeudar al Estado, liberar el mercado cambiario, abrir el de capitales para que ingresen dólares y dejar que se los lleven los mismos de siempre".

La transición abierta apuntó entonces a evitar que los excedentes del proceso productivo se transformen en dólares y salgan del circuito económico. Para lo cual se viene apostando a una gradual pesificación de ahorros y transacciones. La "sintonía fina" en materia cambiaria comenzó en octubre de 2011. La AFIP pasó así a supervisar todas las solicitudes de compra de divisas. En diciembre pasado se incluyó entre esas operaciones al turismo y los viajes al exterior, y se fijaron normas para el ingreso y egreso de divisas en concepto de servicios, rentas y transferencias corrientes. Ya en febrero de este año se dispuso que las empresas no podrían comprar divisas para girar regalías y dividendos al exterior. Al mes siguiente, otra comunicación del BCRA estableció que sólo se puede sacar moneda extranjera en cajeros del exterior contra cuentas locales en dólares. En mayo la AFIP prohibió la opción de compra de divisas para atesoramiento y estableció un régimen de información previa para casos de viajes al exterior por razones de salud, estudios, congresos, deportes, actividades culturales, actividades científicas y/o turismo. Luego, el BCRA reguló la compra venta de valores por parte de entidades financieras. Las reglamentaciones evitaron la salida de unos U$S 14.600 millones en los primeros nueve meses del año, según los economistas de la agrupación La Gran MaKro. De continuar esta tendencia, el año cerraría con la menor salida de capitales desde 2006.

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