Las cosas serán dulces o amargas según tus genes

26 Diciembre 2012
Mientras a algunos se les hace agua la boca ante un café fuerte por la mañana, otros lo rechazan. Hay quienes disfrutan del brócoli y quienes lo evitan. La razón por la que cada persona tiene reacciones diferentes con la comida no es subjetiva, según los científicos, sino que se debe en parte a los genes y en parte a cómo nuestros sentidos procesan los sabores. Si sos de los que arrugan la cara con el sabor del limón y no soportan comer brotes de soja, probablemente sos un "superdegustador", como el 25% de la población. Eso significa que tenés el doble de papilas gustativas en la lengua que el resto de la gente, lo que te hace sensible a los sabores más amargos.

También están los "degustadores térmicos", cuyas papilas gustativas reaccionan a la temperatura de la comida. Para ellos el hielo tendrá sabor salado y lo caliente les parecerá dulce.

"Que una comida sepa más salada, amarga o dulce depende de cuántos receptores entran en funcionamiento. Se percibe el olor, el tacto, lo suave o cremoso que es y de todas esas sensaciones juntas sale el sabor", explica Barry Smith, de la Universidad de Londres. Hasta el color, la luz y los sonidos impactan en el sabor de la comida.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios