Juventud, ópera, danza y grafitti, un cóctel irresistible

Juventud, ópera, danza y grafitti, un cóctel irresistible

Patricia Sabbag cuenta cómo tomó forma la puesta del clásico de Shakespeare, que se estrena mañana.

CUERPOS QUE HABLAN. Se entrelazan, se enredan, para enfrentar los conflictos morales, la vida y la muerte. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO CUERPOS QUE HABLAN. Se entrelazan, se enredan, para enfrentar los conflictos morales, la vida y la muerte. LA GACETA / FOTO DE ANALÍA JARAMILLO
07 Diciembre 2012
La historia de Romeo y Julieta es una de las obras más conocidas de William Shakespeare; y en el teatro, una de las más representadas. Como todo clásico siempre es posible reinterpretarlo, versionarlo desde la actualidad. Ello llevó, precisamente, a Patricia Sabbag a plantear la pieza para el Ballet Contemporáneo. "Me sentí movilizada por el protagonismo que se le da a la juventud -explicó-. Hay una gran actualidad en esta temática, ya que es notable la forma en que los jóvenes se enfrentan a los discursos que los estigmatizan. Y lo hacen con una dosis de creatividad, participación y compromiso que realmente contagia".

La puesta que se estrenará mañana tiene música de Héctor Berlioz (versión de la Orquesta Sinfónica de Londres y el coro de John Alldis, con dirección de Colin Davis). El elenco está encabezado por Melisa Bellagamba (Julieta), Alfredo Salomón (Romeo), Gastón Gutiérrez (Mercurio), Martín Machín (Teobaldo), Damián Carabajal (Benvolio), Walter Ferreyra (Fray Lorenzo) y Melina Martínez (Rosalina). A ellos se suman bailarines y bailarinas del cuerpo, engrosando los bandos opuestos de montescos y capuletos.

- Contanos en qué consiste tu versión de Romeo y Julieta.

- La tragedia es uno de los temas que como coreógrafa estoy desarrollando desde hace años. De hecho, en 2005 con el Ballet estrené "Entarima", un trabajo basado en Antígona Vélez. En 2011 "Entarima" fue adaptada a la realidad tucumana, en particular a sus mujeres. Esta versión de Romeo y Julieta está inspirada en la música de Berlioz. Tomo como tema principal la juventud: en particular la relación con una moral que los jóvenes amantes pagan con sus vidas. Jóvenes enamorados que llevan en su seno el cuestionamiento a los valores de una sociedad que los oprime, los condena, los subestima y estigmatiza.

- Dicen que en la danza los cuerpos hablan. En este caso, ¿qué estarían diciendo?

- Los cuerpos enfrentan el conflicto, se mueven con él, se entrelazan, se enredan; todo se mueve y habla en ellos: la moral, la historia, la vida, la muerte. La escenografía, a través del trabajo con los grafitti, también muta y habla. La identidad no es menos dinámica, ya que en escena tenemos muchas julietas y romeos en la búsqueda de su destino. La danza, al igual que la voz, es movimiento. Los cuerpos hablan en sus movimientos y la obra en su conjunto expresa cambio y voz.

- ¿Con qué técnicas de la danza contemporánea has trabajado esta vez?

- Desde la creación del Ballet Contemporáneo en 2005 las pautas de trabajo y el estilo que quise darle a la formación del cuerpo fueron muy claros: tomé como base la técnica clásica, madre de todas las técnicas, para desde allí fusionarla con diferentes técnicas de danza contemporánea. Mi trabajo técnico no puede encapsularse en una escuela, no aspiro a un estilo puro o único. En esta pieza coreográfica el punto de partida fue la improvisación y los diferentes juegos en la composición, junto a la música y la historia. Desde allí fue naciendo la narración coreográfica.

- ¿Por qué se te ocurrió ahora esta versión?

- Vengo trabajando en óperas desde 2005; me he adentrado en un mundo hermoso y fascinante que me permitió mirar la tragedia de una manera diferente, una que conjuga danza, teatro y poesía. Así llegué al Romeo y Julieta de Berlioz, una ópera verdaderamente radiante por su dramatismo poético. Al mismo tiempo, me sentí movilizada por el protagonismo que se le da a la juventud. Hay una gran actualidad en esta temática, ya que en estos días es notable la forma en que los jóvenes se enfrentan a los discursos que los estigmatizan y lo hacen con una dosis de creatividad, participación y compromiso que realmente contagia. En cuanto a lo urbano me atrajo la idea de juventud y graffiti. La fusión de ópera, grafitti, danza y objetos que mutan en escena en torno a la tragedia, vista desde la actualidad, son los elementos que componen esta pieza coreográfica.


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