En procura del galardón que justifica todos los esfuerzos

¿Qué empuja a una persona a dedicarse a criar caballos? Todos ensayaron respuestas. Pero, como ocurre con todo aquello que involucra muchos sentimientos y pasiones, les costó encontrar las palabras exactas para explicarlo. El que quizás lo definió con más claridad y sencillez fue José Miguel de la Jara (foto). "¿Ves? Esta es la mejor recompensa para tanto esfuerzo", se relajó al salir de la pista el viernes. Copa Estampa, la yegua que él mismo amansó y con la que se presentó a participar del Concurso Regional de Caballos Peruanos de Paso, había recibido el primer premio en su categoría. A 33 años de haberse iniciado en el mundo de los Peruanos en su campo de Las Salinas, José todavía se sorprende de su destino de criador: "esta es una pasión propia: mi papá era fierrero, pero yo salí caballista". Ya ha cosechado varios premios en otras ediciones del festival de Trancas: tres de sus hembras salieron campeonas y dos padrillos también recibieron el máximo galardón. Además, es juez de la raza.