Todos fueron protagonistas II

Banderitas en las manos.- Una era la Bandera de Macha con la imagen de la Virgen en el centro; otra la Bandera Nacional con un minibanderín de la consigna "Viva la ciudad". A ambas las repartió gratis la Municipalidad. La tercera era la de Nuestra Señora de la Merced, con una oración, pero esta se vendía, junto con estampitas ensambladas con flores de tela.

En otra liturgia.- "Soy superfanática del Chaqueño. Vine a las 17. Me sé la mayoría de los temas, pero el que más me gusta es 'Distinta'", contó Paola Leiva (29), de remera negra con el nombre Chaqueño Palavecino en la espalda. A las 19 ella era la única que estaba sentada en el cordón de la plaza, justo enfrente del escenario de Casa de Gobierno. Guardaba el lugar para el show que empezaría recién a las 21.

Reunión de gabinete.- A las 19 en punto la numerosa comitiva del gabinete municipal, encabezada por el intendente Domingo Amaya, detuvo su marcha al llegar a San Martín y Laprida, para hacer tiempo hasta que llegara la imagen de la Virgen.

Confesiones en la plaza.- "Es difícil lograr la intimidad pero es importante llegar a la gente de esta manera", explicó Luis Michel, uno de los tantos sacerdotes que confesaba a una fila de feligreses que se perdía en la multitud.

De rigurosa escarapela.- "Hay mucha más gente que otros años", observó Julia de Paz (Yerba Buena) una de las pocas personas que lucía escarapela. "Venimos por la misa, pero seguro que nos quedamos a ver el espectáculo", apuntó a su lado María Frías Silva.

Le pusieron un billete.- "La saco de su altarcito, como todos los años", dijo Ana María, que trajo de su casa en barrio UTA (Tafí Viejo) su propia imagen de la Virgen con capa de raso pintada a mano. "Vienen, la saludan, toman gracia. Hasta le pusieron un billete que ahora voy a dejar en la limosna", comentó.

Primorosas.- "Sabemos ir a misa en el Corazón de María. Está buenísimo. Vinimos con toda la familia. Queremos ver los fuegos artificiales y el mapping". Sentaditas en el suelo, las mellizas Mercedes y Milagro (11 años) alternaban frases.

Misa extendida.- La misa se escuchaba por todos los altoparlantes instalados en el recorrido de la procesión. Las hermanas Susana, Lucía e Inés no llegaron a la plaza. Participaron, como todos, pero en 24 de Septiembre casi esquina Buenos Aires, sentadas en el alféizar de un local cerrado.

Merchandising.- En puestos ambulantes ofrecían la imagen de la Virgen en estampitas con flores, llaveritos, rosarios y monedas para colgar, de $ 5 a $ 20.

Bendito viento.- A eso de las 20 comenzó a soplar un viento fresco e insistente e hizo ceder el agobio de una tarde caliente. "Es una bendición", dijo más de un feligrés.

Como fuera.- "Yo quería venir como fuera; el año pasado no pude porque estaba enferma", comentó Ángela Urueña, en silla de ruedas. La acompañaba Ruth Pacheco, que explicó los serios problemas de salud que padecía Ángela.

Puntos de comunión.- De chaleco identificatorio celeste, Lucas (16) enarbolaba un cartel con el N° 32 de un lado y el cáliz del otro. Él era uno de los 60 jóvenes del Círculo de la Juventud que marcaban los puntos donde se podía comulgar en la plaza. En tanto, los celíacos tenían que acercarse al atrio de la Catedral.

Las banderas.- Juan Medina (57), de amplio sombrero gaucho, sostenía una enseña de tela celeste y blanca. "No es una bandera; es más chico, es un estandarte". La acercó y mostró que los colores se repartían mitad y mitad en el paño. Luego desplegó otra, dibujada en cartulina blanca. "Esta es la que Belgrano le da a la Virgen: tiene una gran cruz azul, laureles a ambos lados y un sol". Así empezó a contar la historia que él dice estar investigando en el Archivo de la Provincia desde hace siete años.

Los textos y la pasta frola.- En un puesto cerca de la Catedral ofrecían diversos libros y revistas de temas litúrgicos, y en mesa pegada, bizcochuelo y pasta frola.

La ilusión del payasito.- "¡Mamá, llévese el globito a $ 2! Acuérdese de cuando era chica y le gustaba que le regalaran cosas". El marketing del payasito Ilusión era uno de los más efectivos. El animador, oriundo de Buenos Aires, está de paso por Tucumán (vino a visitar a una tía) y, mientras repartía globos con forma de loros, perros y corazones, contó que a él también lo anima una esperanza: "el canal Crónica me prometió que, una vez que me arreglen los dientes, que los tengo feos, me van a llevar al programa de Anabela Ascar. Porque yo también hago magia, malabarismo, y canto merengue y el 'Chu chu ua' de Piñón Fijo". Hasta entonces dijo haber tenido ya un acercamiento a las cámaras. "¿Yo estuve en 'ShowMatch', sabe? Sí, en la tribuna".

6.000 sillas.- Sobre las veredas de la plaza, entre la multitud, costaba encontrar una silla. Las pocas, ocupadas, estaban agrupadas de a dos o tres en medio del hormiguero de gente por quienes habían llegado bien temprano.

El magín alado.- En medio de tanto color y movimiento, El Magín Alado era ayer algo fuera de serie. Plateado desde la cabeza a los pies, de gestos suaves, José Alfredo Ruiz Huidobro era la persona dentro de la estatua viviente. Entregado al arte, cómo él mismo define, desde hace 13 años el del Magín es uno de los tres personajes que suele interpretar. Vino a Tucumán por primera vez para participar de la feria Las Manos del Mundo, luego se exhibió en la Expo y también en la esquina de Mendoza y Muñecas. "El público tucumano es muy lindo. Aprecia algo que está más allá del vestuario y el maquillaje. Me felicita y me bendice". Ruiz Huidobro contó que le lleva unos 40 minutos vestirse y maquillarse, y que lo hace en el mismo lugar donde luego actuará.