La banda que cuida el drugstore

La banda que cuida el drugstore

COMPAÑERO. Tristán es uno de los primeros en llegar al local de Breslauer COMPAÑERO. Tristán es uno de los primeros en llegar al local de Breslauer
11 Agosto 2012
Cuando tiene que abrir su negocio por la mañana, Roberto Breslauer se acerca sigiloso a la puerta y trata de no hacer mucho ruido. A veces su esfuerzo por pasar inadvertido no es suficiente. Entonces aparecen La Rubia, Tristán, El Negro, Manchi, Pirata o la Torci (se llama así por su cuello torcido), que le ponen las patas encima y le dificultan el ingreso al drugstore. "Desde muy temprano vienen para resguardarse del frío. Tristán nos llora y nos salta encima de la alegría de vernos. Acá duermen durante la mañana -tienen sus cajas atrás del local-, les damos de comer, los vacunamos y los llevamos a que los castren. Hacemos lo que podemos", comentó Breslauer, dueño del negocio ubicado en 25 de Mayo al 100.

Cuando el sol comienza a abrigar la mañana, los perros salen a la calle. "Son muy buenos. Ellos solo les ladran a los chicos de la calle, porque los golpean y los lastiman", agregó.

Tanto para Breslauer -que adoptó a La Rubia y a Lori- como para los demás empleados del drusgtore resulta inevitable no encariñarse con los animales, y hasta tienen fotos de ellos en sus celulares. "Pirata durmió unos días en mi casa. Son nuestras mascotas y son muy agradecidos", agregó Germán Fernández Welzel, empleado del local.

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