MOSCU, Rusia.- Se enojó y no intentó ocultarlo. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, lució visibelmente sorprendido y molesto luego de que un monje ortodoxo se inclinara ante él para besarle la mano durante una visita oficial en el norte de ese país. Las cámaras de televisión captaron el tenso momento en el mandatario retiró rápidamente su mano sacudió su puño, en clara señal de fastidio. El insólito incidente se produjo durante la visita de Putin al Monasterio de la Transfiguración de Valaam, en la isla rusa de Valaam. LA GACETA ©