Por cinco horas, el centro fue de los taxistas

Por cinco horas, el centro fue de los taxistas

Propietarios de autos de alquiler "tomaron" ayer las calles de la ciudad no para levantar pasajeros, sino para repudiar la falta de controles de la Municipalidad contra los "truchos". La medida se levantó tras una nueva promesa oficial

ATRAPADOS SIN SALIDA. Cientos de taxis comenzaron a llegar, después de las 9, a la Plaza Independencia; a la siesta los representantes del sector se reunieron con el intendente, Domingo Amaya, y la situación volvió a la normalidad. LA GACETA / FOTOS DE ANALíA JARAMILLO ATRAPADOS SIN SALIDA. Cientos de taxis comenzaron a llegar, después de las 9, a la Plaza Independencia; a la siesta los representantes del sector se reunieron con el intendente, Domingo Amaya, y la situación volvió a la normalidad. LA GACETA / FOTOS DE ANALíA JARAMILLO
08 Junio 2012
Amenazaron, cumplieron y demostraron que cuentan con el poder y la logística para sitiar a la ciudad. Y así sucedió. Ayer, más de un millar de taxis se movilizaron por el centro capitalino, cortaron calles y obligaron a los pasajeros a bajar de los vehículos que no se habían plegado a la medida de fuerza. La masiva protesta tenía un claro objetivo: exigirle al intendente, Domingo Amaya, y a los concejales que aporten una solución definitiva a la creciente proliferación de autos ilegales -según los cálculos extraoficiales, serían unos 5.000 vehículos- que prestan el servicio al margen de la ley.

Desde muy temprano, el Parque 9 de Julio comenzó a poblarse de taxis. Y desde allí, las caravanas de manifestantes comenzaron, paulatinamente a sitiar la ciudad. Al mediodía, era prácticamente imposible ingresar al microcentro, ya que hubo piquetes en Crisóstomo Álvarez y 9 de Julio, 24 de Septiembre y Las Heras, Santiago y 25 de Mayo, Ayacucho y General Paz, y la zona del Parque 9 de julio. La organización de los taxistas estuvo comandada por quienes se denominan "delegados" en la jerga "tachera". Acompañaban al chofer y obligaban a plegarse a la medida a todo auto blanco con franja amarilla que circulase por las calles. Algunos se cubrían la cara con un pañuelo para evitar ser identificados. Mientras se desarrollaba la protesta, los concejales trataron varios proyectos de ordenanza para satisfacer la demanda del sector. Algunos ediles de la oposición y del propio oficialismo consideraron que la creación de un registro único de choferes y la informatización sólo son parches para paliar momentáneamente el polémico funcionamiento del Sistema Único del Transporte Público de Pasajeros en Automóvil (Sutrappa).

El fantasma de que hay sectores del poder político que apañan la ilegalidad sobrevoló otra vez por el Concejo. "El tema de los taxis se ha transformado en un problema y hay que hacerse cargo de los problemas. El intendente no está mirando al costado. Este era un servicio anárquico cuando no estaba legislado, pero ahora la norma no es buena y sigue siendo un problema para la ciudad. El Sutrappa no es lo mejor para el municipio. Si hay funcionarios que se han aprovechado de esta situación y tienen este negocio yo no tengo problema en denunciarlos. No voy a apañar ni a cuidar a nadie. No pongo la mano en el fuego por nadie, porque esto huele mal", disparó el edil amayista Germán Alfaro desde su banca.

A las 14, Amaya recibió a un grupo de taxistas encabezados por el titular de Atiat, Antonio Rodríguez. El jefe municipal les prometió incrementar los controles para luchar contra los ilegales. La medida de fuerza se suspendió y el centro de la ciudad comenzó a recuperar el movimiento habitual.

Comentarios