Se resienten los sectores industriales

Se resienten los sectores industriales

Daniel Abad. CPN. Director de CESNOA.

20 Mayo 2012
Para comprender lo que pasa en la economía argentina hay que tener presente que la misma está totalmente subordinada a la política. Por eso no existe un modelo económico explícito. Las medidas económicas están en función de las necesidades políticas. Históricamente, los gobiernos colapsaron cuando Argentina se quedó sin dólares; el Gobierno lo sabe y actúa en consecuencia sin importar si las medidas responden a tal o cual escuela de pensamiento económico. Ante la posibilidad de que falte la divisa norteamericana, cierra el grifo; razonamiento simple.

Ahora ¿por qué podrían faltar dólares?
En 2011 hubo una salida neta de capitales (fuga de capitales) de alrededor U$S 23.000 millones y se estimaba para este año una cifra de U$S 10.000 hasta la aparición de los controles; a ello hay que sumarle que la importación de energía rondara aproximadamente entre U$S 12.000 millones a U$S 14.000 millones y la deuda a pagar en U$S 8.000 millones con apenas un saldo de balanza comercial estimado de U$S 10.000 millones. El temor está fundado: las reservas del BCRA no alcanzan para financiar la fuga, la importación de energía y el gasto público vía reforma de la Carta Orgánica reciente. El control cambiario se quedará por algún tiempo porque la fuga de capitales y las importaciones pasaron a ser variables que pueden complicar políticamente al Gobierno.

Caída de la oferta
Obviamente que al responder a cuestiones políticas más que económicas, vemos que se deteriora la inversión y se resienten los sectores industriales que demandan insumos importados, aproximadamente el 60%, provocando una caída en la oferta estimulando el aumento de precios. Lo que no se ajusta por un lado (mayores cantidades), se ajusta por el otro (precio) deteriorando aún más la competitividad porque el dólar no acompaña a la inflación. Esta situación se complica para los sectores exportadores que, además, ven como se deprecia el real brasileño.

En cuanto a cómo continuará la actividad, todo dependerá de cómo cierren las paritarias por estos días y de cuánta plata destine a "la calle" el Gobierno, teniendo en cuenta que ya no existe el superávit fiscal (paradoja con presión tributaria récord) y con gasto, en especial los subsidios, duros de bajar sin resentir la actividad económica.

Si se quisiera hacer algo no hace falta inventar nada. El modelo que funcionó hasta 2007 con superávit gemelos (fiscal y comercial), bajo endeudamiento, tipo de cambio administrado y baja inflación, le dio al Gobierno mucha satisfacción política. Volver a esos pilares, mejoraría la competitividad y la distribución social, en especial, de los sectores informales.

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