"En un micro de larga distancia uno descubre muchas historias de vida. A veces son pasajeros, en otras ocasiones choferes", explica con cierta autoridad Oscar Cejas.
"En septiembre de 1995 íbamos de Jujuy a Córdoba. El servicio incluía una cena, que se repartía en una bandeja. Pero no traíamos azafata. Como venía al volante, la entrega debía hacerla el otro chofer, Luis, un excelente compañero de trabajo, que tenía una manera de ser de niño grande. El micro venía casi completo. Aunque el reparto fue arduo Luis regresó eufórico a la cabina y me comentó: '
¡che, que buena onda la gente! Todos sonreían. La verdad es que es muy grato trabajar así. Les doy tiempo para que coman y luego voy a retirar las bandejas vacías y los restos en una bolsa de residuos'.
Cuando se levantó para hacerlo noté que tenía el pantalón descosido en la parte de atrás, unos 15 centímetros, y se le veía el calzonzillo rojo. Parecía una tajada de sandía. Le avisé y me contesta: 'con razón todos me miraban y se reían'. Al final él manejó y yo tuve que retirar el servicio. Nadie se animó a avisarle de su desliz, me lo contaron después unos estudiantes que viajaban en los asientos de atrás".
Pasajeros de fama
"Me hice chofer de larga distancia casi a los 34 años. Es un oficio atípico, atractivo, divertido y que te permite socializar y conocer gente de todos los ámbitos", contó Cejas, casado con una hija de armenios: Graciela Marnukián (ella tiene 52 años).
Peteco Carabajal, Facundo Toro, Raly Barrionuevo, Sergio Galleguillo, Onofre Paz (de Los Manseros), Luis Paredes (de Los Changos), uno de los guitarristas de León Gieco, el propio León, los integrantes de Los Guaraníes y algunos de Los Tekis, entre otros folcloristas reconocidos, fueron pasajeros de las unidades que condujo Oscar.
El locuaz, ocurrente, extrovertido y entrador chofer de las mil anécdotas confiesa: "me gusta escribir cuando no manejo. Vuelco en el papel todas las experiencias que me tocan vivir. También dejo constancia de hechos, sucesos y episodios que protagonizaron mis compañeros. También canto y toco la guitarra. Pero eso es un pasatiempo, lo mío es componer folclore". Destacó que en cuatro años creó 45 temas (sólo 12 no los registró en Sadaic).
"Mi familia es dueña de Las Cejas. No es cierto... Pero viví allí hasta los 14 años. Es una chanza que siempre hago para romper el hielo en una reunión cuando me piden que cante", describió el cofer-folclorista.
Otra anécdota: "en 1993 el coche 59 de la empresa en la que trabajaba atropelló a un ternero, cerca de Chepes. Los conductores Toto y Pepe cargaron el cuerpo del animal en la bodega. Al abrirla en la terminal riojana para bajar el equipaje, el ternero estaba vivo y se escapó, después de asustar a los que lo habían atrapado. Cuando preguntaron de quien era el becerro, Toto y Pepe negaron saberlo. Y el animal fue al matadero".