Una sombra tiñe las esperanzas

Una sombra tiñe las esperanzas

Los veteranos, a 30 años de la guerra, siguen sufriendo la indiferencia

31 Marzo 2012
BUENOS AIRES.- El tiempo todo lo cura, dicen los sabios. Pero 30 años después, una sombra tiñe aún las miradas de los veteranos argentinos que combatieron en 1982 en las islas Malvinas. En el archipiélago del Atlántico Sur sufrieron hambre, frío y maltratos, además del rigor de la guerra. A su regreso al continente, padecieron indiferencia y problemas para reincorporarse a la sociedad. La dictadura militar que gobernaba Argentina en 1976 envió 10.000 soldados, la mayoría de entre 18 y 20 años y sin entrenamiento bélico, a librar una guerra desigual. También participaron más de 3.100 hombres de la Armada y 1.000 de la Fuerza Aérea.

E ex combatiente Daniel Comillas asegura que "la reivindicación está llegando recién ahora".

"Tenemos que dar hasta nuestra última gota de sangre por nuestro territorio", arengaba un teniente tras el desembarco del 2 de abril, cuando los combates ya advertían que sería muy difícil derrotar a los británicos. "Ustedes deben hacerlo, que son los que eligieron la carrera militar, no nosotros", le respondió el entonces joven Leandro López, quien poco después de concluir la conscripción debió abandonar su trabajo para responder a la carta que lo llamaba a la guerra.

Las misiones de los aviadores no alcanzaron para compensar las falencias de los batallones, sin vestimenta adecuada para bajas temperaturas, con pocos alimentos, mala instrucción militar y armamento vetusto. Y a esto se sumaron los abusos sufridos por los soldados de parte de sus superiores.

"El maltrato existió siempre. Fui testigo de abusos, estaquear una persona toda una noche con - 12°C en medio de combates es terrible", recuerda Comillas, quien pasó 72 días en las islas. (DPA)

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