22 Febrero 2012
EN LA FRANJA DE GAZA. Un grupo de palestinos cantan consignas contrarias al régimen de Bashar al Assad. REUTERS
DAMASCO.- Al menos 100 personas murieron abatidas en manos del Ejército sirio, según cifras de fuentes activistas, aunque un representante del gobierno de Rusia, principal aliado del régimen, presente en la capital sostiene que la mayor parte de la población local respalda al Gobierno. "La mayor parte del pueblo sirio respalda al presidente Bashar al Assad y teme que los acontecimientos queden fuera de control", sostuvo el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma (Congreso), Alexei Pushkov. Pero, ayer, al menos 100 personas murieron en manos de la represión en las provincias de Homs e Idlib. La cifra aumentó debido a bombardeos registrados en Idlib, según reportó el comité de coordinación local, que cuenta con activistas en todo el país.
El Ejército Libre de Siria tiene estacionadas tropas en Idlib, localidad cercana a la frontera con Turquía. Fuentes de los rebeldes aseguraron que el ataque de las fuerzas oficiales mató a 44 personas, mientras que la mayor parte de las otras 56 víctimas fatales fueron registradas en Homs, uno de los principales bastiones de la oposición. En la capital, las fuerzas de seguridad dispararon también contra grupos de manifestantes. Unas 6.000 personas han muerto a por la represión.
En tanto, el representante ruso admitió que el país se encuentra dividido, pero aseguró que el gobierno local ha puesto sus esperanzas en el referéndum convocado para fines de febrero, en el que la población se pronunciará sobre la nueva Constitución y las elecciones parlamentarias previstas para mayo.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió urgentemente a las autoridades y a los rebeldes que acuerden ceses al fuego diarios para acceder a las zonas más afectadas y llevar ayuda. "Debería durar al menos dos horas cada día para que el personal del CICR y voluntarios de la Media Luna Roja tengan tiempo suficiente para entregar ayuda y evacuar a los heridos y enfermos", dijo el presidente del CICR, Jakob Kellenberger.
Las potencias occidentales y la Liga Árabe preparan una reunión de "Amigos de Siria" para el viernes en la que buscan formas de presionar a al Assad para que renuncie. A la cita fue convocado el Consejo Nacional Sirio, una de las principales organizaciones de la oposición. Al ser consultada sobre la posibilidad de armar a los rebeldes, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland, explicó: "No creemos que tenga sentido contribuir ahora a una mayor militarización de Siria; pero dicho eso, si no podemos hacer que al Assad ceda ante la presión, podríamos considerar medidas adicionales".
China y Rusia apoyan los planes de reformas de al Assad, rechazados por la oposición de Siria. Rusia dijo que no asistirá a la reunión debido a que el Gobierno sirio no estará representado. Tanto Rusia como China enfrentan una creciente condena de Occidente y del mundo árabe por bloquear las acciones contra Siria en la ONU. Un ex jefe de auditorías del Ministerio de Defensa sirio, que desertó del Gobierno en enero, aseguró que la venta de armas de Moscú a Damasco aumentó desde el inicio de la revuelta.
Al Assad ha sostenido que el alzamiento es obra de "saboteadores" y que se limita principalmente a las provincias. Pero el lunes por la noche, los disturbios se extendieron por la capital y las tropas se vieron obligadas a reprimir. (Reuters-Télam)
El Ejército Libre de Siria tiene estacionadas tropas en Idlib, localidad cercana a la frontera con Turquía. Fuentes de los rebeldes aseguraron que el ataque de las fuerzas oficiales mató a 44 personas, mientras que la mayor parte de las otras 56 víctimas fatales fueron registradas en Homs, uno de los principales bastiones de la oposición. En la capital, las fuerzas de seguridad dispararon también contra grupos de manifestantes. Unas 6.000 personas han muerto a por la represión.
En tanto, el representante ruso admitió que el país se encuentra dividido, pero aseguró que el gobierno local ha puesto sus esperanzas en el referéndum convocado para fines de febrero, en el que la población se pronunciará sobre la nueva Constitución y las elecciones parlamentarias previstas para mayo.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió urgentemente a las autoridades y a los rebeldes que acuerden ceses al fuego diarios para acceder a las zonas más afectadas y llevar ayuda. "Debería durar al menos dos horas cada día para que el personal del CICR y voluntarios de la Media Luna Roja tengan tiempo suficiente para entregar ayuda y evacuar a los heridos y enfermos", dijo el presidente del CICR, Jakob Kellenberger.
Las potencias occidentales y la Liga Árabe preparan una reunión de "Amigos de Siria" para el viernes en la que buscan formas de presionar a al Assad para que renuncie. A la cita fue convocado el Consejo Nacional Sirio, una de las principales organizaciones de la oposición. Al ser consultada sobre la posibilidad de armar a los rebeldes, la portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Victoria Nuland, explicó: "No creemos que tenga sentido contribuir ahora a una mayor militarización de Siria; pero dicho eso, si no podemos hacer que al Assad ceda ante la presión, podríamos considerar medidas adicionales".
China y Rusia apoyan los planes de reformas de al Assad, rechazados por la oposición de Siria. Rusia dijo que no asistirá a la reunión debido a que el Gobierno sirio no estará representado. Tanto Rusia como China enfrentan una creciente condena de Occidente y del mundo árabe por bloquear las acciones contra Siria en la ONU. Un ex jefe de auditorías del Ministerio de Defensa sirio, que desertó del Gobierno en enero, aseguró que la venta de armas de Moscú a Damasco aumentó desde el inicio de la revuelta.
Al Assad ha sostenido que el alzamiento es obra de "saboteadores" y que se limita principalmente a las provincias. Pero el lunes por la noche, los disturbios se extendieron por la capital y las tropas se vieron obligadas a reprimir. (Reuters-Télam)
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