SANÁ.- Miles de personas protestaron ayer en la capital yemení, Saná, contra un proyecto de ley que prevé garantizar la inmunidad al presidente saliente, Ali Abdullah Saleh, a su familia y a sus más cercanos colaboradores en la represión a las manifestaciones contra el régimen, que comenzaron hace casi un año y que costaron cientos de vidas. "El mundo entero debe saber que la revolución continúa y que no nos plegaremos", gritaban los manifestantes en la plaza Taghier.
La amnistía allana el camino para la salida del poder del controvertido Saleh, tal como lo fija el plan del Consejo de Cooperación del Golfo. El mandatario llegó al Gobierno en 1978, y hasta el 21 de febrero es considerado "presidente honorario" de Yemen. Ese día se deberá elegir en las urnas un nuevo jefe de Estado, según el consenso alcanzado a comienzos de diciembre en el Gobierno de transición actualmente en el poder (lo encabeza el vicepresidente, Abd al Rabuh Mansur Hadi), donde oficialistas y opositores tienen la misma cantidad de Ministerios. (DPA-Télam)